Luego de gozar de fama y poderío político, por verse como futuras promesas de la política, hoy ya no cuentan con esa imagen representativa que alguna vez les perteneció. Incluso hay algunos que su solo nombre tiene un dejo de inconformidad entre la sociedad.
De esta condición no se han escapado varios actores de nuestra llamada “clase política”, y los que aún viven en la memoria buscan o intentan a través de ese recuerdo, volver a ser lo que fueron alguna vez u otros, simplemente desaparecieron sin dejar rastro en el escenario.
Angélica Araujo Lara
Durante el sexenio de Ivonne Ortega surgió la figura de Angélica Araujo Lara, quien prácticamente fue hecha a imagen y semejanza de la entonces gobernadora. Tal impulso la llevó a ser la alcaldesa por el PRI. Su período de 2010 a 2012 fue por demás desastroso, y a ella se le recuerda por el conflicto del llamado Paso Deprimido.
Beatriz Zavala Peniche
Tras ocupar varios cargos políticos por el PAN, Zavala Peniche gozó de gran influencia al interior de ese partido, fue senadora, y secretaria de Desarrollo Social en el sexenio del presidente Felipe Calderón. La panista ha perdido fuerza al interior de su partido, a tal grado que en la militancia surge la expresión “¡otra vez Beatriz ¡”, cuando escuchan que aspira a algún nuevo cargo.
Carlos David Ramírez y Sánchez
Luego de ser la máxima figura representativa del PVEM en Yucatán, Ramírez y Sánchez (der.) pasó a estar completamente en el olvido y desapareció del escenario político.
Harry Gerardo Botello Fierro, llegó a Yucatán por instrucciones directas de su partido nacional, para recomponer la imagen del partido, tras la polémica que generó Ramírez y Sánchez por ser dirigente local, regidor con licencia y diputado local al mismo tiempo. Hoy simplemente ha desaparecido.
Nerio Torres Arcila
Hijo del influyente propietario de la flotilla de taxis más grande de la entidad, Nerio Torres Ortiz, Torres Arcila contaba con una imagen que lo proyectaba como el “heredero al trono”, por lo que sus aspiraciones al interior del PRI crecían y se veía con potencial político. Sin embargo, tras contender dos veces como candidato a alcalde de Mérida y resultar perdedor no se le ha vuelto a ver en el escaparate político.
Felipe Duarte
Felipe Duarte Ramírez (a la derecha, de gorra) es docente de nivel primaria en la instrucción pública, fue regidor por el PAN y candidato a una diputación local por el mismo partido. Hoy, el maestro que prácticamente no tiene capital político saltó del PAN a Morena, como posiblemente su última oportunidad de reavivar su carrera política.
