El próximo viernes 31 de mayo se conmemora el Día Internacional sin Tabaco, por lo que la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady) anunció en rueda de prensa los eventos que realizará para advertir de los efectos nefastos y catastróficos a los que se exponen los que fuman y lo que están expuestos al humo ajeno.
Un conversatorio “Que no traspasará los muros de la Facultad de Medicina”, además de un concurso de carteles alusivo a la ocasión, se antojan insuficientes para cumplir de manera efectiva la labor de llegar a más ciudadanía con el mensaje de lo nocivo que es el consumo de tabaco, que de acuerdo al especialista en cardiología Rubén Yza Villanueva ocasiona 43 mil muertes anuales, de las cuales se calcula que el 8.5 por ciento corresponden a Yucatán, es decir 3 mil 655 decesos.
Importante es destacar que, de acuerdo a las estadísticas, cada vez las edades de consumo disminuyen y es posible encontrar a niños desde los 14 años e inclusive desde los 11 fumando, por lo que, explicó el coordinador general de Salud de la Uady, Mario Carrillo Alonzo, cuando llegan a los 15 o 16 e ingresan a la universidad, en este caso a las escuelas preparatorias, ya presentan daños en el organismo que no se perciben a simple vista, tales como un proceso inflamatorio en los bronquios ocasionado por la dependencia a la nicotina.
Lamentablemente, en la máxima casa de estudios no se cuenta con un estudio para saber cuántos nuevos universitarios ingresan con el mal hábito de fumar y cuantos universitarios en general son fumadores.
Carrillo Alonzo explicó que el único dato que se tiene al respecto es que el 12.7 de los trabajadores de la Universidad fuman, pero recalcó que esto no significa que se baje la guardia en el tema, ya que además de que se concientiza de manera continua tanto a los trabajadores como a los estudiantes acerca de los riesgos que para la salud representa el tabaco, desde el 2014 se logró alcanzar la meta de que los espacios estén cien por ciento libres de humo.
Es decir, que no se consume tabaco en salones y oficinas, aunque el funcionario universitario reconoce que es el campus de ciencias sociales en el que más se detecta a jóvenes fumando, por las colillas que dejan en los espacios abiertos. En este caso, Carrillo Alonzo explicóque no hay sanción alguna para los estudiantes a quienes se les concientiza acerca del riesgo que corre su salud y por supuesto de las afectaciones económicas tanto al bolsillo como a las que enfrenta el erario en relación a que no hay presupuesto capaz de cubrir la atención en el sector salud de enfermedades derivadas del tabaquismo.
Texto y foto: Manuel Pool Moguel
