Pese a que Ticul es una fábrica de artesanías, los artistas de la cerámica, por supuesto, su gastronomía y su gran variedad de zapatos que son atractivos para el turismo cultural, eso no le importó al alcalde Rafael Montalvo Mata para que consiga la nominación de Pueblo Mágico, luego de que los municipios de Espita, Motul y Tekax sí la obtuvieron.
Los ticuleños están decepcionados porque la “urbe zapatera”, tenía todos los méritos para aspirar a este título y que significa turismo cultural y derrama económica.
Aunque actualmente el Gobierno Federal dejó de apoyar este proyecto, las agencias turísticas y revistas especializadas siguen incluyendo estos pueblos, ya que hay turistas que les gustas conocerlos, pero parece que esto nadie se lo ha explicado al alcalde panista.
Izamal y Valladolid prácticamente el grueso de sus ingresos lo obtienen del turismo. Incluso, luego de Mérida la que tiene mejor ocupación hotelera es Izamal y es precisamente por sus visitantes.
Ticul ofrece artesanías, decenas de zapaterías y gastronomía como el pollo ticuleño.
Texto y foto: Darwin Ail