MADRID.– Real Madrid cumplió. Los merengues hicieron pronto su tarea para adelantarse en el marcador para vencer por 4-1 al Sevilla en el último partido de la temporada en el Santiago Bernabéu.
Madrid empezó luciéndose. Durante 45 minutos dieron la sensación de equipo entonado. Y hasta con suerte, cuando el Sevilla intentaba sorprender. Ayudó la astucia de Nacho, que esta vez suplió a Marcelo en la banda izquierda.
Antes de que se cumplieran diez minutos, el Madrid consiguió un tiro libre en el borde del área. Los que formarían la barrera cuidaban al posible cobrador y dejaron de lado el balón; Sergio Rico tampoco ponía atención y Nacho los madrugó a todos. En cuanto pitó el árbitro corrió para disparar y marcó el primero. No hubo queja del Sevilla que valiera. Undiano Mallenco lo dio por bueno.
Con el tanto Madrid fijó un récord más, el de 62 partidos consecutivos marcando, algo que ningún equipo de las cinco grandes ligas europeas había logrado hacer.
El tanto descolocó por un momento a los andaluces, pero el coraje los hizo buscar el suyo. Entonces apareció Keylor Navas, que sacó dos con pies y manos.
Después intervino el travesaño, que le negó el del empate a Stevan Jovetic.
Cuando más amenazante lucía Sevilla, apareció Cristiano Ronaldo. Otro descuido de los visitantes, que le regalaron un balón a Marco Asensio. El español se metió por donde quiso hasta servir un pase a James casi dentro del área. Rico pudo meter la mano a tiempo para negarle el tanto al colombiano, pero ahí estaba el romperredes número uno del Madrid para pescar el rechace y poner el 2-0.
Morata vio la trayectoria del balón y corrió lo más rápido que pudo para intentar el remate, pero Cristiano le había ganado la partida, como se la ganó durante todo el tiempo en la cancha.
Jovetic descontó para Sevilla después de combinarse con el ‘20’ sevillista para marear a Toni Kroos con una rápida triangulación y batir a Keylor Navas de un zurdazo.
Ahí decidió Zidane que el riesgo era demasiado y sacó a James y Morata para dar entrada a Lucas Vázquez y Casemiro. El colombiano se tomó su tiempo para abandonar el terreno de juego mientras aplaudía en agradecimiento a la ovación de la grada a sabiendas de que podía ser la última. Morata, en cambio, salió rápido, malhumorado y cabizbajo.
Madrid mejoró ligeramente, pero no fue hasta los últimos 15 minutos, cuando apareció Luka Modric en lugar de Mateo Kovacic, que jugó con mayor fluidez. No pasaron ni cinco minutos para que en un contragolpe, Cristiano devolviera la tranquilidad a la grada con el tercero después de una fabulosa galopada de Toni Kroos.
Las esperanzas de Sevilla de sacar al menos un punto se evaporaron y con ello, sus ganas. Madrid, con la cena servida y ya enfilado, no tuvo que batallar gran cosa para conseguir el cuarto. Otro robo, otra carrera por banda, esta vez de Nacho, que le puso un centro perfecto a Kroos para que firmara el cuarto. El Bernabéu estalló; ni siquiera se preocuparon de la amarilla de Nacho, que no podrá jugar en Vigo por acumulación. Lo que importa es que empiezan a salir las cuentas. Cuatro puntos más en los próximos dos partidos y la Liga es suya.– ESPN
