Los alumnos y profesores de la Escuela Secundaria General No. 2 “Emilio Vallado Galaz” de la colonia Francisco I. Madero regresaron a clases ayer miércoles y, además de disfrutar del reencuentro, se marcaron objetivos específicos, como el seguir trabajando en la recolección de latas para venderlas y obtener los recursos para instalar internet en su laboratorio.
Ayer, cerca de 500 mil alumnos de educación básica en Yucatán tuvieron su primer día de clases del 2020, por lo que los juegos, las bromas, los abrazos, los saludos y hasta las historias de los viajes de fin de año fueron los temas favoritos de los estudiantes.
En Peninsular Punto Medio no perdimos la oportunidad de ser testigos del regreso a clases junto con los estudiantes de la citada escuela, una de las más reconocidas en la capital yucateca.
Fue un día esperado para recuperar la confianza en los compañeros y maestros, así como con el cómplice que se tiene en el salón de clases.
PROYECTO ESCOLAR
La profesora Herlinda Méndez Kin se dijo contenta de volver a ser a sus alumnos y luego de un ejercicio de preguntas y respuestas, se enteró que algunos salieron de viaje, otros recibieron a sus familiares y la mayoría disfrutó de un fin de año genial.
Aunque también les recordó de sus compromisos para con sus compañeros y la escuela, sobre todo a los de tercer grado, para que dejen un legado.
“Tenemos un plan interno que es recolecta de latas para la mejora del laboratorio escolar, queremos dotarlo de internet, para que las clases sean más dinámicas, tenemos el plan de conectarnos al WiFi y ver el desarrollo del laboratorio”, señaló.
Por su parte, uno de los alumnos que viajó a la Ciudad de México, Lucio España, dijo que visitó la casa de su bisabuela y paseó con parientes de la capital del país.
“Fui a Chapultepec, es un Castillo de la Ciudad de México, también al zoológico. A mí me gusta la historia y también fuimos a visitar Nezahualcóyolt, a la casa de mi bisabuela y estuve 10 días por allá con mi familia”, señaló.
Por su parte, el profesor Emilio Vallado Solís, quien imparte clases de educación física, puso en actividad a los chicos de tercer grado, aunque reconoció que llegaron un poco pasados de peso por el exceso de comida en el fin de año.
Texto y foto: Esteban Cruz O.
