Iniciaron las celebraciones con motivo del Día de Muertos, y lo que sería un respiro para las panificadoras se convirtió en una decepción por la baja demanda del pan de muerto en establecimientos del centro histórico.
Ayer, que corresponde a las ánimas de los niños, debía ser un día en el que el pan debía ser demandado, ya que según la tradición en el desayuno y la cena se sirve ese alimento acompañado de chocolate.
Betty, encargada de una panificadora, comentó que cada vez el meridano suele consumir menos pan, aunado a que la producción de cadenas de supermercado les perjudicó.
“Ahí están los panes de muerto, ninguno se ha movido. Con respecto a los otros, en forma de animales, hace algunos años los dejamos de preparar porque no les interesa a los clientes”, comentó.
María López, de la Panificadora Montejo, expresó que “las ventas estuvieron muertas” en cuanto al pan se refiere; mientras que las galletas conmemorativas del Halloween tuvieron mucha demanda.
“Digamos que las galletas con decorados de calabazas, calaveritas y brujitas es lo más vendido, pues el pan de muerto no fue muy solicitado, desconozco el motivo, quizás muy poca se acuerde que se conmemora a las ánimas de los niños”, abundó.
Sin embargo, Vanessa Cabrera Díaz, empleada de “La Vieja”, comentó que hubo una discreta venta del pan de muerto, especialmente piezas pequeñas que compraron madres de familias para las actividades de sus hijos.
Al preguntarle sobre los panes en formas de figuras, mencionó que desde hace tiempo dejaron de prepararse al ser una novedad el pan de muerto.
“Ese tipo de pan, que ponía en los altares, dejaron de prepararse hace muchos años, quizás porque la gente desconoce que era para las ánimas de los menores, abundó.
-Irbin Flores Palomino