El alcalde de Motul, Roger Aguilar Arroyo, parece tener un escudo de acero que no se rompe, pese a que no deja de acumular irregularidades como las 30 que registró y 14 sin solventar en 2021, de acuerdo a una investigación que realizó la activista Patricia McCarthy Caballero.
La también integrante del Frente Cívico Nacional capítulo Yucatán criticó que alcaldes que tengan notorias observaciones pudieran aspirar a la reelección.
Resaltó que ya se debe proceder judicialmente contra exautoridades que hicieron mal uso de recursos públicos, pero que se requiere dar seguimiento a los casos.
Aguilar Arroyo es de los ediles propensos a meter siempre la pata, ya que para esquivar críticas, luego de un error, suele empeorar más la situación con una desafortunada declaración, en lugar de, por lo menos, intentar enderezar el rumbo.
En su afán de minimizar el error termina agrandándolo.
Apenas hace unos meses, violó la ley al donar tierras ejidales a la Guardia Nacional para que construyan su cuartel, porque es un asunto que, legalmente, no le compete, sino al Comisariado Ejidal mediante asamblea con los campesinos.
Fueron alrededor de ocho hectáreas las que el alcalde motuleño entregó a la Guardia Nacional, aunque el objetivo está bien. De acuerdo al comisariado, el edil tuvo que solicitarlo a los ejidatarios. Se pudo investigar que el alcalde ya construyó una enorme vivienda en las tierras que ahora tendrá que regresar.
El Tribunal Unitario Agrario ordenó mediante sentencia registrada en el expediente TUA 34-080/2015, al abogado Rafael Acosta Solís, asesor del ejido de Motul, que devuelva dos mil hectáreas que vendió a 55 personas.
Texto: Darwin Ail
Foto: Cortesía