Es necesario para el nuevo sacerdote no ser un analfabeto cibernético, es preciso que sea moderno y pueda estar en los espacios donde los jóvenes y gran parte de la sociedad tiene una comunidad, advirtió el obispo de Monterrey Óscar Tamez Villareal.
El responsable de la Pastoral Vocacional señaló que el rezago sacerdotal en todo el país es notorio, y que hay diócesis donde la presencia del sacerdote es vital para atender el llamado de sus feligreses.
–Salvo en Jalisco y Michoacán, que son estados más grandes y donde hay muchos más sacerdotes, en todas las entidades hay un rezago de sacerdotes. Tenemos que hacer más cosas para impulsar las vocaciones y por ello, los nuevos sacerdotes y religiosas, deben también estar en las redes sociales – indicó.
Los nuevos aspirantes, dijo, deben saber navegar, estar en los espacios donde están los grupos mayoritarios de la sociedad y de esa forma también emitir sus mensajes, ofrecer sus puntos de vista sobre los muchos aspectos que atrapan a los fieles y feligreses y dialogar de manera también abierta con la sociedad.
Los jóvenes que sienten el llamado de Cristo también deben de saber usar y manifestar sus opiniones, sus razones y puntos de vista para poder acercarse a la sociedad, para conocer y poder difundir ideas. El mensaje es el mismo, dijo, la Palabra de Dios, pero ahora es posible llamar y hacerlo llegar a un mayor número de personas a través del ciberespacio.
Monseñor Oscar Tamez indicó que el mensaje del Señor se mantiene, es el mismo, pero ahora hay que entregarlo con un lenguaje cercano a los grupos sociales, porque es la manera en en que los jóvenes se comunican.
–Es importante decir, que las personas del medio rural tienen un lenguaje más sencillo, la gente es más inocente y las formas de expresarse son más simples, por ello hay que llegar con un lenguaje más directo. En el caso de las personas del medio urbano tienen otras expresiones, otras formas de comunicación, por ello también hay que saber instrumentar un mensaje acorde a las condiciones de cada grupo y ofrecerlo de manera directa para todos los grupos puedan recibirlo– destacó.
Pero lo más importante, señaló, es que los jóvenes que sean llamados a la vida religiosa tengan una preparación acorde a todas las condiciones en las que se les requiere.
Los jóvenes vocacionales deberán estudiar 4 años de teología y 3 años de filosofía, ya que son básicas para su formación y complementación espiritual, dijo Tamez Villareal.
– José Cortazar Navarrete
