Se le aparecen diablos rojos a Brasil y Neymar

El Mundial se quedó sin otro grande. Primero fueron Alemania, España, Portugal y Argentina. Esta vez, el turno de volver a casa antes de tiempo fue para Brasil, que pagó muy caro la mala suerte y sus pocos errores

Contra unos belgas que sólo requirieron de un chispazo para llenarse de inspiración, la enormidad de recursos brasileños fueron insuficientes y los europeos están en Semifinales gracias a un dramático 2-1, para enfrentar a Francia el martes en San Petersburgo.

Ahora no fue un humillante 7-1 pero Brasil se quedó en Cuartos de Final, una pena para una generación que en Rusia mostró más madurez y fútbol, pero que no pudo contra un equipo que creció en motivación y fútbol como bola de nieve.

Tan solo un brinco afortunado de Vincent Kompany puso a Bélgica en el mejor de los escenarios. El defensa ni siquiera tocó el balón en un tiro de esquina al minuto 13, pero eso fue suficiente para taparle la visión a Fernandinho, a quien el balón le pegó en el brazo para terminar adentro del arco para el 1-0.

Brasil había tenido un inicio digno, con propuesta y un remate al travesaño de Thiago Silva desde el 7’. Pero si un autogol es circunstancial, el de Fernandinho fue de los más desafortunados. Y ante semejante banquete, Bélgica se creció.

Romelu Lukaku fue un toro que driblaba y hacía túneles, Eden Hazard se confirmó en un “10” a la altura de los mejores del mundo y Kevin de Bruyne en un diablo para definir. El primero de estos condujo como con alma brasileña para servirle a De Bruyne y que éste cruzara con precisión para el 2-0 al 37’.

Y encima estaba Courtois. Brasil intentó abrirse camino pero la zaga roja era una muralla que en el fondo tenía a uno de los mejores arqueros del mundo, que le sacó tiros a Coutinho, regaló dos manotazos virtuosos a remates de Douglas Costa y que ya en la compensación terminó por ser héroe al desviar un disparo lejano pero prodigioso de Neymar.

A pesar de que Bélgica mantenía la promesa de ser letal en cualquier contragolpe, Brasil fue garra y también estrategia al final. Los cambios de Tite rindieron porque Renato Augusto, que había entrado por Paulinho, marcó el 2-1 al 76 para darle un tinte épico a los últimos minutos.

Pero si este Mundial es de sorpresas, Bélgica estuvo más que a la altura, para dejar a Brasil seguir postergando el hexacampeonato.

 

Texto y foto: Agencias

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