SEGUNDA PLANA – PUNTO MEDIO

CON EL PERDÓN de la palabra, y precisando que la usamos en el sentido de la fuerza, toda la bufalada tricolor arropó ayer en Mérida a los precandidatos a la Presidencia José Antonio Meade Kuribreña y a la gubernatura Mauricio Sahuí Rivero, en un ambiente en el que abundaron risas, sonrisas y bromas, además de elogios a la tranquilidad y belleza de la capital yucateca. Emilio Gamboa, Jorge Carlos Ramírez, Pablo Gamboa, Liborio Vidal, Víctor Caballero, Roberto Rodríguez, Felipe Cervera, Panchito Torres y hasta don Ernesto Herrera (en el almuerzo estuvo la joven diputada federal suplente Zacil Moguel Manzur) departieron animadamente tanto en la sorbetería Colón como en el Club Campestre. El PRI fue el primero en revelar a su tapado para la gubernatura, y no fue sino después que el PAN se decidió a mostrar su carta para ese mismo puesto, en una jugada que algunos consideraron estratégica: ver primero y apostar después. Pero dejarle la iniciativa al rival puede costar puntos y enfilar hacia la derrota, como pasa en las peleas de box, si me permite usted el símil.

LA DECLARACIÓN apareció por ahí perdida en una nota impresa: el presidente estatal del PRI, Carlos Sobrino Argáez, en entendible afán de minimizar a sus rivales afirmó que para la contienda electoral entre los dos Mauricios él no ve a Vila, sino sólo a Sahuí, y aún más, que considera que Mérida no es bastión panista, puesto que ya en dos ocasiones han estado a punto de ganarle a Acción Nacional, que lleva 24 años gobernando la capital yucateca, desde el período de Ana Rosa Payán (a partir de 1990) hasta la actualidad con Vila Dosal, con la única interrupción de Angélica Araujo Lara y su interino Omar Lara Pacheco (2010-2012). No tenemos que recalcar, porque todo el mundo lo sabe, que un primer paso para perder una pelea es minimizar al enemigo, confiar ciegamente en las fuerzas propias y, con ambos factores, diseñar una mala estrategia que lleve a la debacle. Está bien tener mucha confianza en uno mismo, pero ésta no debe devenir en prepotencia o imprudencia. Se cosecha lo que se siembra, así que hay que tener cuidado a la hora de sembrar, regar y combatir plagas. Usted seguramente nos entiende…

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