SEGUNDA PLANA – PUNTO MEDIO

A MUCHOS LES GUSTARÍA saber ya si el alcalde Mauricio Vila Dosal va a buscar la candidatura del PAN a la gubernatura del estado para 2018, pues de la decisión que tome Vila dependerán muchos movimientos y reacomodos en las boletas electorales. Pues bien, de acuerdo con los comentarios de un analista político generalmente bien informado, en reciente visita que hizo el alcalde meridano a la ciudad de Valladolid, para reunirse con funcionarios y empresarios afines, Vila Dosal les dijo a sus anfitriones que sí irá por la gubernatura, en una declaración que de ser cierta movería ya el avispero y obligaría a más de cuatro a acelerar sus movimientos de fichas políticas. Según esa versión el alcalde meridano se entrevistó con empresarios hoteleros de Quintana Roo que apoyaron al actual gobernador del vecino estado, Carlos Joaquín González, y que le ofrecieron a Vila su respaldo para alcanzar la titularidad del Ejecutivo yucateco. Escucharemos qué dice el presidente municipal de “La joya de la corona” en los próximos días.

LA EVENTUAL DECISIÓN de Mauricio Vila, de destaparse ya con miras a la gubernatura, tiene diversas implicaciones, entre ellas la de tratar de saber cuándo, de acuerdo con las leyes electorales y también según su conveniencia, dejaría la alcaldía meridana para trabajar en su imagen a tiempo completo (¿y quién lo supliría?). Porque, como ya hemos comentado, Vila es muy conocido en la capital yucateca, pero lo es poco o nada en los 105 demás municipios de la entidad, así que tendría que dedicarle bastante tiempo a la promoción de su figura, su pensamiento y sus objetivos. Casi no ha realizado actividades en el interior como sí lo han hecho otras figuras panistas, como Joaquín Díaz Mena y Rosa Adriana Díaz Lizama, por ejemplo. No es lo mismo hablarles a los vecinos del fraccionamiento Campestre o de la colonia Serapio Rendón, en esta ciudad, que a los habitantes de Valladolid (donde el PRI y ahora Morena tienen preeminencia sobre Acción Nacional), de Peto, Sisal o Dzidzantún.

DE DIVERSAS VOCES vienen las manifestaciones de preocupación en torno a los niveles de violencia que se están registrando tanto en Quintana Roo como en Yucatán. Por desgracia, las manifestaciones de criminalidad en el vecino estado están llegando a grados similares a los que experimentaban hace unos años las entidades hoy más violentas de la República Mexicana, y donde ahora es muy difícil, o hasta imposible en la visión de algunos, revertir el proceso de degradación para recuperar la salud pública. Hace unos años fuimos testigos de cómo los grupos delincuenciales en territorio quintanarroense perdieron los miedos y recatos, para actuar a los máximos niveles de violencia, y cómo lograron controlar a gran parte de los cuerpos policiacos bajo la premisa de “soborno o plomo”. Ojalá nos equivoquemos y Quintana Roo no esté andando el camino sin retorno de la violencia irrefrenable del crimen organizado. Y mientras, ojalá también sean sólo infundados temores los que empiezan a verse y sentirse en Yucatán, ante el aumento de casos de violencia, desde suicidios hasta ejecuciones, pasando por asaltos a mano armada. De cualquier manera, nos parece, hay que seguir trabajando en el blindaje del estado, y apoyar cualquier programa o esfuerzo de seguridad que tenga como base un gobierno transparente, libre de corrupción y con los ojos y oídos bien abiertos para saber cuáles son las inquietudes de la ciudadanía y para captar las señales que puedan indicar alguna amenaza para la tranquilidad en nuestra patria chica.

NO SABEMOS si llamarle recomposición o resquebrajamiento, pero la izquierda mexicana está inmersa, quizá hundida, en un proceso de reagrupamiento que incluye, según se informó ayer, el hecho de que 12 senadores abandonaron el PRD, organización que los llevó a la Cámara Alta, y anunciaron su incorporación al Partido del Trabajo. Los involucrados en esos movimientos esgrimen diferentes argumentos para justificar su conducta, pero sin duda que el principal motivo que los mueve es acercarse a Andrés López Obrador para tratar de acomodarse en su entorno cercano, porque les parece que el “Rayito de esperanza” tiene muchas posibilidades de alcanzar, luego de 18 años de tenaz campaña, la Presidencia de la República.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.