Semana Santa: reflexión y festejo

En el el Domingo de Ramos, el presbítero Luis Ángel Espínola Echeverría afirma que hay que tener actitud, pues a una fiesta no se asiste molesto, que hay que ofrecer e imitar a Jesús, ayudar al prójimo y preguntarnos por qué nos parecemos a Él

Al recordarse el Domingo de Ramos, con el que se cumplió la profecía de que Jesús entraría como rey en Jerusalén, con lo que inicia la Semana Santa, el párroco de la iglesia de Nuestra Señora de Lourdes y rector de Nuestra Señora del Rosario, Luis Ángel Espínola Echeverría, afirmó que la Cuaresma es un tiempo especial, de esperanza, que ayuda a prepararnos para celebrar la Pascua del Señor, y en esta preparación se descubre lo que se ha hecho que beneficia a los hermanos, que hace descubrir que somos una familia, que todo lo que se haga es para bien de todos.

Indicó que también es una fiesta y hay que ir con actitud para festejarla. “No se va a una fiesta molesto, la Cuaresma permite mantenerte firme para llevar todo a cabo, hay que ofrecer, imitar a Jesús, preguntarnos que nos parecemos a Él, quien dio todo, y que para culminar su ministerio no le quedaba más que dar su vida”, comentó.

“Me llama la atención cuando dice en la cruz ‘Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu’, lagrimó por tanto dolor, aprendió a obedecer sufriendo, si nosotros no nos ofrecemos, no suplicamos. Él nos sigue buscando, el amor que nunca abandona, que no se aleja, es lo hermoso de nuestra fe”, señaló.

El sacerdote manifestó que esta semana es una etapa de reflexión y que es importante descubrir las fallas que se tienen para corregirlas. Consideró que tal vez la falta de atención a la gente sea por el ritmo acelerado de vida, y que en ocasiones se suele no tener delicadeza que se requiere el momento que se piden las cosas.

Explicó que en la Cuaresma todos queremos algo mejor: queremos ser mejor cada día, vestir bien no con lujo, tener un buen trabajo que nos ayude a sostener a las familias, hay cosas que están fuera de nuestro alcance que entorpecen la labor.

Asimismo, dijo que en esta etapa aumentan los fieles en la Iglesia. “Es mayor, pero a raíz de la pandemia ha habido un desconcierto, a veces hay mucha gente y a veces no tanto, la pregunta sería por qué no hay tanta gente: por enfermedad y no pueden salir, porque son mayores y no se les permite ir solos”.

Explicó que las feligresías que él atiende son gente mayor y que en la iglesia de Lourdes hay más discapacitados. “Las calles 59 (Rosario) y 65 (Lourdes) están traficadas, pero en la primera es a cualquier hora, pero en Lourdes a partir de las siete de la noche baja el tráfico, no hay comercios, todo está cerrado”, anotó.

La primera parroquia se ubica en el suburbio del Chembech, mientras que la segunda, en el inicio de la colonia Esperanza, que atraviesan por lo que se conoce como el “Efecto dona”, donde la mayoría de la gente optó por irse a vivir a los fraccionamientos.

De igual forma aprovechó para hablar de un artículo publicado por el doctor Jorge Valenzuela, de la Universidad de Medicina de Monterrey, quien imaginó que si hubiera un certificado de defunción de Jesús, en caso que se haya expedido uno, sería de muerte por paro cardiovascular respiratorio, debido a lo traumático de la crucifixión.

En otro tema, cuestionado sobre si los yucatecos son de los más devotos de los mexicanos, consideró que hay lugares que están más apegados a la religión, y que se está en un término medio.

Distanciamiento de los jóvenes

También lamentó que los jóvenes viven un distanciamiento con la Iglesia y siente que es algo en la que están fallando los sacerdotes. “Los jóvenes están, pero no tienen presencia y uno lo ve están las plazas, hay que preguntarse por qué hay pocos, acá en Lourdes vienen muy pocos jóvenes”, comentó.

Espínola Echeverría dijo que la gente que va a dicha parroquia viene de otras colonias: la gente mayor viene de distintas colonias, y recordó que en una reunión que realizó, los fieles eran de Prado Norte, Kanasín, Tixkokob y Los Héroes.

Consideró que entre las razones del distanciamiento de los jóvenes están la comunidad, el ambiente, las situaciones muy peculiares de cada estado. “Hay gente de fe, pero la mayoría están distraídos, están en las redes sociales”, apuntó.

-De antes se inculcaba más o los padres estaban más apegados, en Viernes Santo había restricciones: no se permitía prender la televisión, se tapaban los espejos, se cubrían las imágenes, en la ciudad prácticamente se perdió esto, la gente iba a la Iglesia, hoy tiene trabajo, el mundo ha dado cambios tan grandes -añadió.

Sobre el hecho de que muy poco de los participantes de los llamados “Viacrucis Vivientes” suelen asistir habitualmente a la iglesia, el entrevistado respondió que hay devoción, que dichas escenificaciones son hermosas y reúnen a la gente, pero que no trascienden como debería ser. “Es como una bonita obra que se comenta o platica”, opinó.

“Debe guiarnos a la trascendencia de la vida, no basta seguir a Jesús físicamente, sino parecernos a Él cada vez más, siempre me pregunto en qué me parezco más a Jesús a Él, soy amigable, generoso, disponible, que puedo imitar de Él”, aseveró.

Déficit de sacerdotes

En otro tema, resaltó que actualmente existe un déficit de sacerdotes y que se han tenido que apoyar de los laicos. “Hoy más que nunca se requiere de ellos, se vive el tiempo del laico, de antes no es que supiera su misión no se tomaba en cuenta para lo importante que es, pero tienen poco tiempo, dan lo que pueden”, resaltó.

Pidió a los fieles a que participen en Semana Santa en la alegría de que Jesús está vivo, que no abandona a nadie, que Él nos ama, que es un amor para siempre.

Crisis del agua

De igual forma se sumó al papa Francisco y al arzobispo Gustavo Rodríguez Vega sobre la oración al agua, debido a la crisis mundial del vital líquido, y señaló que es importante para la vida, pero se requiere de que no se agote y llegue a todos.

La procesión del Domingo de Ramos salió de la Iglesia de Santa Lucía y concluyó en la Catedral de San Ildefonso. El contingente estuvo encabezado por el obispo auxiliar Pedro Mena Díaz, debido a que el Arzobispo se recupera de una fractura que sufrió hace unas semanas. 

Texto y fotos: Darwin Ail