Su pasión por la bicicleta lo convierte en activista

El líder de los Cicloturixes recalca que aunque el tema de la movilidad de este transporte ya está en la agenda, el número de muertes no disminuye

Aprendió a manejar bicicleta desde los seis años,y desde entonces este ha sido su medio de transporte favorito. El transportarse en dos ruedas en las grandes capitales es de mucha utilidad por los embotellamientos terribles que se registran; sin embargo, esta fue también causa de dolor cuando un familiar fue atropellado, lo que representó el inicio de su activismo en pro de la protección a los ciclistas al llegar a vivir a Mérida, donde hace más de una década las cosas eran muy diferentes. Sin embargo, el líder de los “Cicloturixes” no canta victoria, ya que aunque el tema de la movilidad en dos ruedas ya está en la agenda pública, cada año el número de muertes de ciclistas no disminuye.

¿Quién es Everardo Flores Gómez?

Soy un ciudadano común y corriente, me considero y me defino como un ciclista urbano que uso este medio de transporte para ir al trabajo la mayoría de las veces y que me preocupa que nuestra ciudad sea muy insegura en términos de vialidad.

¿Cómo comenzó tu participación en grupos que trabajan en pro de la seguridad del ciclista?

Cuando vivía en la Ciudad de México, aunque tenía la posibilidad de utilizar el metro, prefería trasladarme al trabajo en bicicleta y recorría desde Villa de Cortés hasta el Casco de Santo Tomás, al canal 11, en esos tiempos comencé a participar en las rodadas de “Los Bicitekas”, una asociación civil que a la fecha sigue promoviendo la movilidad sostenible.

¿Trabajaste en canal 11? ¿Qué hacías allá?

Estudié ciencias políticas y me especialicé en el área de investigación cualitativa y cuantitativa, entonces en el canal era el encargado de hacer los análisis de las barras de las encuestas para sacar temas para los noticieros, allá me di cuenta de lo sensible que es el tema de los siniestros viales y las muertes de gente que anda en bicicleta. Con el paso del tiempo comencé a sentir la necesidad de hacer algo ante estas circunstancias pensando que alguno de los afectados podría ser alguien de mi familia, como de hecho ha ocurrido, pues hay gente de mi familia que ha sido atropellada. El mayor activismo en México está relacionada con gente que perdió a sus familiares y que no quiere que se repita la historia.

¿Eras parte de la directiva de los “Bicitekas”?

No, solo participaba en las rodadas que organizaban los miércoles, fue hasta que llegue a Mérida que al ver que había poco interés de las autoridades de atender los atropellamientos de ciclistas y que no había ni infraestructura ni personas que se dedicaran al tema, desde la ciudadanía se formaron los “Cicloturixes”, de esto hace ya 12 años.

¿Cuáles fueron las primeras acciones que emprendieron?

Lo primero que hicimos fue escribir una carta a la autoridad municipal, entonces era una alcaldesa la que estaba, le solicitamos mayor seguridad para los ciclistas, que pusieran ciclovías y construyeran bicipuertos y en general más atención al tema. A más de una década de distancia, por fin el tema de la movilidad sostenible y, sobre todo el de la seguridad de las personas que caminan y andan en bicicleta, se ha puesto en el debate público, en la agenda ciudadana.

Y en cuanto al número de víctimas fatales, ¿ha disminuido?

Sin tener a la mano datos duros, considero que hay una tendencia a la alza, que lejos de disminuir han aumentado los siniestros viales en los que están involucrados ciclistas, pues aunque en el 2020 por la reducción de movilidad que se implementó por la pandemia bajaron las cifras, ya se están recuperando. Cada año mueren más o menos 40.

¿A qué se debe esto?

A dos factores principales, la velocidad inmoderada con la que transitan los vehículos por toda la ciudad, así como la existencia de un diseño vial con calles que invitan a pisar el acelerador aún en zonas habitacionales como Los Héroes.

Si fueras autoridad, ¿qué harías para mejorar estas condiciones de seguridad vial?

Además de imponer multas cada vez más fuertes a quienes de manera recurrente transitan a exceso de velocidad, pintaría los pasos peatonales para que los vean los automovilistas, hoy no se ven y son peligrosos hasta para los peatones, por supuesto que pondría más pues son importantes reductores de velocidad y aunque hay quien se molesta con ellos porque siempre anda a las prisas, hay que hacer conciencia de que la vida está por encima de todo.

¿Tienes alguna frase con la que te identifiques?

Me gusta mucho una que dice “Yo pedaleo por la ciudad más que por ejercicio físico como ejercicio político”, ya que esto significa mucho más que cuidarse a sí mismo, es cuidar de los demás en el sentido de que al promover mejores condiciones para el uso de la bici a las autoridades es una actividad cien por ciento política. Sin embargo, esta palabra ha sido secuestrada por personas que piensan que la política tiene que ver con enriquecerse en el poder público, y no es así.

Finalmente, Everardo nos recuerda que este martes 22 de septiembre se conmemora “El día mundial sin auto”, una fecha para hacer conciencia sobre el abuso en el uso del automóvil. Así es que si en vez de auto subimos a la bicicleta vamos a ayudar a bajar la emisión de gases de efecto invernadero, pero además vamos a hacer ejercicio y hasta tendremos altos niveles de endorfinas, por lo que sin duda es una buena terapia.

Pero hay otro aspecto importante que se refleja en la seguridad pública, ya que observar a mujeres transitar por las calles en bicicleta por la tarde noche es sinónimo de la seguridad de la que se goza en la ciudad, a la vez que a diferencia de lugares en los que los vehículos transitan a alta velocidad que sus conductores ni se percatan de que esté ocurriendo un asalto o cualquier ilícito, en donde hay ciclistas se puede contar con ayuda hasta para dar pistas de los delincuentes, es decir, que se hace comunidad.

Texto: Manuel Pool

Foto: Cortesía

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