Por: Santiago Pell
Se vivió la semifinal de la Super Copa de España. Los habitantes anfitriones de Jeddah, Arabia Saudita, junto con algunos fanáticos europeos, pudieron gozar en las gradas de un partidazo de futbol entre el Valencia y Real Madrid.
Si bien el club blanco fue criticado todo el año pasado por su baja de nivel futbolístico gracias a la pérdida de su estrella, Cristiano Ronaldo, ahora previo al partido, se le sumaron bajas importantísimas, principalmente la de K. Benzema, G. Bale y E. Hazard…
Poco les importó no contar con ellos. El Madrid posee una de las mejores plantillas del mundo, si algo le sobra, es calidad en sus deportistas.
Pero punto aparte de que sea un equipo de estrellas, no sirve de nada tener en la cancha regados los mejores si no sabes usarlos. Zizou ha ganado tres UCL con la mayoría de éstos, las conoce bien y sabe sacarles brillo.
Al Real Madrid, en mi opinión, le está resultando bien el no tener a un referente en su equipo, así todos brillan, cada uno es básico para sacar el resultado y sobretodo, aportan lo que se necesita. No obstante, resalto lo de tres madridistas que me dejó babeando:
1: tiro de esquina a favor y es Kroos quien se da cuenta de la posición adelantada del portero. Me atrevo a decir que no cualquiera decide intentar gol olímpico. Sin embargo, este es uno de los extras que te dan las estrellas blancas. Kroos conoce su potencial, el efecto que sus botines provocan en la #5 y no se la pensó dos veces… (1-0).
2: Isco, jugando como falso 9 aportando en la media y directamente en la delantera. Se le vio con posesión de balón provocando faltas a favor, tirando fuera del área, entrando hasta la cocina, desbalanceando a los defensas y marcando el 2-0 para su equipo.
3: L. Modric, es un deleite. Simplemente se le ve y se piensa: “qué fácil es jugar bien al futbol…”, pero no, él está en otro nivel, no tiene que tirar con mucha potencia al arco para anotar. Recibe el balón dentro del área sin marca, vio que del lado derecho no tendría mucho espacio para tirar y la zurda ahí, no era opción. Por esto, con un leve regate (marca de la casa) genera un pequeño espacio para delicadamente con la parte exterior a tres dedos, golpear la pelota y obtener el tercer y definitivo gol para el equipo.
Esto es el Real Madrid, un equipo sin dependencia de nadie, todos juegan bien, todos son estrellas. Jugó un gran partido, mostró calidad y presencia. Un club que ya sea con buen juego o hasta con individualidades, te gana el encuentro, una verdadera delicia.
