Tú puedes controlar tus emociones, sólo están en tu cabeza

Hoy es un excelente día y me siento de maravilla. Doy gracias nuevamente de  poder compartirte un tema que te podrá ser de provecho en tu vida, así como es en la mía.

 

He escuchado personas que se dejan llevar por las emociones y en vez de tomar control, dejan que éstas se “estacionen” convirtiéndolas en estados de ánimo. Se vuelven víctimas de sus emociones, creyendo que no hay nada que se pueda hacer y es TODO LO CONTRARIO. Cuando se vive cualquier situación, sea la que sea, el hecho no lleva ninguna carga emocional. Esto por decirlo de manera sencilla, no te suceden cosas buenas o malas, tristes o alegres, que den miedo o que te produzcan amor. Los hechos no generan la emoción. Eres tú (tu cerebro) quien se encarga de ponerle una emoción a los hechos.

 

Cuando se habla de emociones, a veces se piensa en sentimientos, y no hay que confundirlos. Así como los sentimientos, las emociones también tienen de alguna manera una expresión física y es lo que podemos decir que es lo que siente el cuerpo. Ahora, lo que siente el cuerpo es solamente la respuesta al suceso de la emoción. Las emociones son instantáneas y efímeras. Son reacciones que genera nuestro cerebro al estímulo de nuestros sentidos, pero no voy a entrar en detalle de los procesos bioquímicos del cuerpo.

 

La emoción la pones tú al interpretar cada evento vivido. Dicha interpretación proviene por cúmulo de experiencias vividas y cómo viviste cada situación, sobre todo por los resultados obtenidos. Entonces el cerebro busca en su base de datos y compara. Compara situaciones similares y las coteja, dando como resultado en su respuesta la emoción. Las emociones primarias son necesarias para la supervivencia (como se representa de una manera entretenida en la película Intensamente de Disney-Pixar),intensamente pero conforme el cerebro va acumulando información de los resultados, entonces podrá modificar el tipo de emoción que genera en la mente y en el cuerpo. Por ejemplo, para una persona una montaña rusa puede ser divertida y para otra le puede causar miedo. Todo depende de las experiencias pasadas las cuales el cerebro interpreta como divertidas, seguras, inseguras, peligrosas, etc.

 

Si alguien es capaz de vivir una emoción diferente que otra persona del mismo evento, entonces sería ilógico suponer que los eventos tienen carga emocional, pues entonces todos sentiríamos lo mismo de una situación específica. Hacerte consiente que la emoción la generas tú mismo en tu cabeza (mente) y no se produce en el exterior, hace que puedas tomar control de tus situaciones y emociones. El secreto está en dejar pasar la emoción y cambiarla por otra, y evitar que se vuelva un estado de ánimo. Es necesario que vivamos nuestras emociones y no reprimirlas, para no convertirnos en ollas exprés. Sin embargo, lo que sí puedes hacer y eso depende de ti mismo, es tomar control de tus emociones y cambiar tu emoción para generar un estado de ánimo que te sea de provecho. Tú tienes el control y puedes decidir si quieres estar frustrado, molesto, decepcionado, etc. No vuelvas tus emociones un estado de ánimo permanente, sobre todo si no te ayudan a conseguir lo que deseas en la vida.

 

Tú tienes el poder de controlar tu vida… Úsalo!

 

Luis E. Roche

 

Coach

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