Un museo de la luz de la UNAM que aparecen “errores administrativos” en su construcción

El nuevo Museo de la Luz de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), que se construye en el Gran Parque de la Plancha, no está exento de “apagones”, aunque el titular de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia (Dgdc) de la Unam, César Augusto Domínguez, declaró que “no hay asomo de mal manejo de dinero, pero si errores administrativos que se han subsanado”.

Como sucede en otras grandes obras de infraestructura de este país, el proyecto universitario no está exento de polémica, cuestionamiento y vigilancia. Además de que fue impactado por la pandemia de covid-19 y las obras quedaron suspendidas un tiempo.

Una vez retomadas en enero de este año, el propio Conacyt, hizo algunos señalamientos a la administración del proyecto, por lo cual el área de Contraloría de la universidad determinó hacer una auditoría, aún en proceso. Así lo resume el biólogo y doctor en Ecología:

“El proyecto, hasta donde alcanzo a ver, no está en riesgo. De hecho, efectivamente nos hicieron una serie de observaciones y todas fueron subsanadas en su momento. Déjeme decirle, porque aquí los términos son muy importantes: Hay una auditoria, pero la está haciendo la Unam, en términos de tener el mejor control posible de los procesos que están ocurriendo. No hay ningún asomo de mal manejo de dinero, es muy importante decirlo, y lo que tenemos ahora son errores administrativos que se han subsanado.”

De acuerdo al semanario Proceso, luego de haberle insistido en varias ocasiones, a través del área de Comunicación Social de la universidad y directamente a él, Domínguez concedió una entrevista.
La idea del Museo de la Luz “es realmente fascinante” pues se trata de “usar el espectro electromagnético, es decir, la luz, para ilustrar muchísimos fenómenos científicos.

“La luz, depende de qué parte del espectro estamos tomando, puede usarse para asomarse al universo, para saber de nuestra historia, la luz que viene del sol es la principal fuente de energía de gran parte de la vida en el planeta, la luz tiene que ver con el arte, tiene que ver con nuestra salud, con la física, prácticamente uno puede hablar casi de cualquier fenómeno científico usando el espectro electromagnético como pretexto, como el eje transversal.”

Dijo que aún estaban vigentes los llamados Fondos Mixtos (Fomix) de Conacyt (desaparecidos con la extinción de Fideicomisos decretada por el presidente Andrés Manuel López Obrador), y consiguieron el apoyo del gobierno de Yucatán, que donó el espacio en la Plancha.

Luego de mencionar que el museo de Mérida recibirá partes del museo de San Ildefonso, Domínguez indica que será un sitio muy actual, renovándose continuamente. Su idea, asimismo, es que se dé atención a turistas, a la población de Mérida y a las comunidades rurales del sureste, no solo con el fin de que asistan al recinto, sino de “llevar la ciencia a cada uno de esos lugares, ese es el museo que queremos hacer”.

Sobre el porcentaje de avance de las obras indicó que no se atrevería a indicar un número definitivo, pero se anda arriba del 60 por ciento desde la última vez que estuve ahí. “La expectativa es terminar de construirlo este año y que estemos inaugurando a mediados del año que entra. Tenemos retrasos en la construcción del edificio, pero se deben a estas circunstancias.”

Se refirió a la pandemia de covid-19, que a decir suyo interrumpió los trabajos. Resultados preliminares de la auditoría indicaron que la arquitecta responsable de supervisar los trabajos, Anabel Popoca Castillo, reportó en la segunda etapa un avance de 100 por ciento, cuando en realidad se llevaba 35 por ciento, y entonces se realizaron pagos por trabajos no ejecutados.

Se le pregunta al funcionario por qué un proyecto cuya esencia se antoja noble enfrenta esta auditoría, y si ello no empaña sus propósitos. Las observaciones destacan la firma de cheques del fondo de recursos económicos por personas no autorizadas, entre ellas el propio Domínguez.

Cuando el proyecto dio comienzo, quedaron como responsables Domínguez, como titular de la DGDC; en la parte técnica, el físico José Ramón Hernández Balanzar, director del museo; y el entonces jefe de la Unidad Administrativa, Daniel Zamora Fabila, quien después fue destituido e inhabilitado, y a quien le sucedieron Tania Milay Meza Callejas y Araceli Mosqueda López, antes de llegar al administrador actual Carlos Augusto Plancarte Morales.

Luego de recibir el informe sobre los avances del proyecto en diciembre pasado, el Conacyt, a través de su Dirección Regional Sureste, hizo una serie de observaciones, como irregularidades en el manejo de los recursos financieros. Y solicitó un informe, con detalle de bajas y altas, de los administradores que han estado autorizados para la firma de cheques, en tanto que detectó algunos que no fueron firmados por los responsables técnico y administrativo, como obligan las normas del consejo. Otros donde firmaban Domínguez y el administrador, pero igualmente sin el responsable técnico.

 

TEXTO Y FOTO: CORTESÍA