Por Juan Manuel Díaz
En México existen cerca de 25 millones de aficionados a la NFL, que desde el kickoff en septiembre y hasta el SuperBowl que se juega en febrero, demuestran interés por la liga más importante de futbol americano.
Sin embargo, tras proclamar al campeón, cada año comienza un período denominado el “offseason”; un lapso de aproximadamente 7 meses en los que la liga norteamericana cierra su changarro y los ávidos aficionados deben buscar alternativas para saciar su necesidad de entretenimiento deportivo.
Ante esta oportunidad, hace 3 años surgió en México la Liga de Futbol Americano Profesional, la cual inició con 4 equipos: Mayas, Eagles, Raptors y Condors, todos con sede en la Ciudad de México.
Poco a poco, la liga se ha expandido y actualmente cuenta con franquicias en Toluca, Saltillo, Monterrey y Puebla. La propuesta que presenta es cada vez más interesante, pues no sólo ha aumentado la cantidad de equipos, sino también cuestiones como la admisión de jugadores extranjeros, transmisiones de mejor calidad en diversos canales y el tope salarial, que para este año llegó a los 2 millones de pesos por equipo.
Además, a partir de este año los 50 mejores jugadores de la liga mexicana tuvieron la oportunidad de realizar una serie de pruebas físicas y técnicas para buscar un lugar en la Liga Canadiense de Football (CFL), una alianza que podría potencializar la liga.
A la par, este año surgió la liga FAM, una competencia que podría complementar la carrera por encontrar al mejor equipo de nuestro país, pero que debido a algunas diferencias entre los socios de ambas organizaciones, no han podido llegar a un acuerdo que dé como resultado un formato de competencia similar al de la NFL.
