Armando Escalante
Periodista y analista político
Circula en Facebook y por Whatsapp un texto parecido a este, sin autor, sin firma, descalificando las medidas que el Gobierno de Yucatán ha intentado aplicar para proteger a la población y también se lee este otro, igual anónimo, que retrata la realidad nacional en torno a los estragos de la pandemia:
“Gracias” Manuel López por quebrar la economía del país. Su arrogancia y sobretodo ineptitud están a la vista: se tardó en tomar medidas, Ud. decía que “no pasa nada”; que “sigan saliendo” (marzo 23), que “el coronavirus no es nada”; que es como un catarro o una calentura: “hay que abrazarse”.
Luego anunció algunas medidas desesperadas, tardías, para simular pero luego se adelantó su gobierno a levantar la cuarentena en todo México, generando la mayor propagación de #COVID-19 en toda la República y el mayor número de muertos (casi 55 mil).
Dijo López que así empieza a moverse la economía antes, “dejó” que abran negocios sin los más mínimos cuidados y hoy México está entre los 3 países con más contagios en el mundo; díganme ¿en qué mejora la economía abrir toda la movilidad por todo México sin tomar las precauciones ni hacer las recomendaciones? Un suicidio colectivo.
Con esto le da en la torre a gran parte de las familias de todo México que sufren contagios y tienen muertos, no se trata de fanatismo, sino de objetividad, sus medidas en todo el país han demostrado un total fracaso. Los miles de muertos de López-Gatell están a la vista. Decenas de expertos médicos lo confirman. Matemáticos lo demuestran. Medios de prensa de todo el mundo lo han documentado: se ocultan miles de muertos.
López le tira la responsabilidad a los gobernadores, pero antes les quitó recursos, los boicoteó; no mandó ayuda a tiempo a médicos y enfermeras, ni equipo, ni medicinas y se lavó las manos con los miles de muertos que todo esto ha ocasionado.
“Quédate en casa”, dicen los anuncios en cadena nacional de artistas, políticos y demás, mientras eligen en cuál de sus propiedades —como Bartlett o Ackerman— pasarán la cuarentena; su sueldo llegará intacto y sus cuentas bancarias están llenas de dinero.
¿Están ciegos? No ven la realidad de todo México donde hay miles de familias y hogares en los cuales lo que ganaste ayer, es la comida de hoy. A AMLO todo eso le vale. Dice que ayuda a los de abajo pero nadie lo siente en su bolsillo.
Miles de hogares conocen las medidas sanitarias, pero es imposible cumplirlas si no hay para tortillas menos para cubrebocas o gel antibacterial. “Debió regalar gel y cubrebocas a todo mundo. Pero prefirió pedir que todos se abracen”.
Con miedo, temblando y con hambre, se sale a la calle a buscar ganarse un peso para llevar comida, aunque sepas que puedes llevar la muerte porque nadie sabe aplicar las medidas y el Gobierno Federal nada hizo por educar a la gente. Solo se intenta vivir, resistir, sobrevivir día a día sin saber cuidarse.
Y AMLO sin apoyar a nadie. Dice que lo hace pero nadie lo ha visto. El virus no nos hace iguales pero la ignorancia adorando al peje sí. El virus pone en evidencia, aún más, la intolerancia, la apatía con que el sector privilegiado de esta sociedad mexicana mira a los que menos tienen, como hace López Obrador desde su torre de Palacio Nacional.
“Quédate en tu casa”, para cuidarnos entre todos. Afuera el virus, adentro el hambre, las caras de tus hijos, la decepción, la incertidumbre, la desesperanza… miles de personas sin trabajo, sin dinero, sin comida y tú presidente López, repartes migajas, no ayudas a las empresas y sigues tirando el dinero en un aeropuerto, un tren y una refinería que nadie pidió ni nadie necesita… no hay nada peor que ver a tu familia con hambre y tener un presidente dilapidando el dinero…
Se dice fácil “Quédate en casa” pero ahí la muerte es lenta y viene desde adentro, y es el hambre, mientras Manuel López todos los días informa que “ya pasó lo peor”, que la “pandemia está domada”, que “la curva se aplanó”… y que no usará cubrebocas… ¡nunca! Gracias por leer.
