El emblemático Teatro “José Peón Contreras” así como otros grandes edificios del mundo guardan historias de fantasmas y aparecidos, que el personal que labora en estos recintos culturales, comentó a través de vivencias de quienes realizan ensayos de sus espectáculos, entre artistas, locales, nacionales y hasta internacionales.
Uno de los que compartió su experiencia es José Cantillo Campos, técnico de iluminación del “Peón Contreras”, quien desde hace 28 años trabaja en el recinto y contó que se han aparecido en diferentes ocasiones a personas que no los vieron en vida, pero que al corroborar con el personal del teatro han comprobado que han visto a esas personas a pesar de que ya llevan tiempo fallecidas.
“Raramente, a los que los conocimos no se nos presentan, se le presenta a personas que no son de aquí, el primero en fallecer fue Héctor Navarro, en una ocasión fueron unos empleados de lavatap y ellos bajaron al taller, y uno de ellos vio a una persona y le pregunto dónde podía agarrar agua y una escoba. Le preguntamos qué hacia abajo y dijo que estaba platicando con un señor, luego de cuestionarlo le mostramos la foto del fallecido y quedó blanco al verlo pues supo que ya tenía varios años de muerto y el chico nunca regreso renunció”
Otro caso fue el de una de las compañeras de nombre Imelda, con la Compañía Nacional de Danza, era montaje nocturno y una de las personas que llegó quería usar el baño a las 3 de la madrugada. Bajo al taller y vio a una señora barriendo y le pregunto dónde está el baño, “cuando subió nos dijo que buena onda que tengan una persona de limpieza a esta hora a lo que respondimos que no tenemos a nadie de limpieza a esta hora. Al día siguiente le mostramos la foto y nos dijo el muchacho que era la persona que vio sólo que era cuando estaba joven, y la vio más demacrada, y sí se asustó”.
Cantillo López relató que en una ocasión vino Mami Blue con Nani Namú, fue la primera vez que se presentaron aquí en el teatro, y Mami Blue subió a la cabina de audio pero no sabía dónde quedaba y era de noche y dijo que vio a un hombre grande que se nota que no era yucateco y explicó sus características pero le dijimos que no había nadie así y ya después sacamos conclusiones y nos dimos cuenta que era Píndaro Pérez, un compañero fallecido.
Don José Cantillo finalmente dijo que tal vez seguirán apareciéndose, y aunque se les ha puesto veladora, su esencia sigue ahí y como muchos no los conocieron en vida, no saben que son espíritus que circundan en este majestuoso teatro.- Elena Martín López
