Estoy enfermo de futuro – Por Gibrán Mafud Contreras

Me vi en la laboriosa tarea de decidir sobre qué escribir esta semana. No puede ser lo que sea, le debo todo a mis ávidos lectores. Pero en esta ocasión me costó trabajo, sí que me costó.
Reparé en hablar de algo que creo que es común para muchas personas. En la experiencia personal, ha estado presente muchas veces en mi vida. No todos le ponen nombre, puede que tampoco sepas que está presente, pero sí se puede ver y sentir. Te puede impulsar a mejorar o te puede comer de adentro hacia afuera. Amigos, hablo de la ansiedad.
¿Quién está exento de sentirse acongojado o exasperado al pensar acerca de un escenario futuro que no aún no sucede? Creo firmemente que durante la vida, uno puede experimentar este sentimiento (o estado, para muchos como yo) en distintos momentos. La cosa se complica cuando se transforma en un estilo de vida.
Estar consciente de un soplo interior parecido a cuando uno está escondido jugando “busca busca”, el arrebato loco y desesperado por tener algo seguro (un cigarro, las uñas, una pluma, o demás artefactos del ansia) son manifestaciones que escapan incluso a la voluntad propia. Es la mente pidiendo un alivio que distraiga del pánico diminuto de enfrentarse a algo en particular o a muchos escenarios imaginarios. Una pequeña tortura de la que uno nunca se percata al 100%, así se siente ser ansioso.
Es mejor pensar en términos del ahora y no permitir que las maravillas del mismo se escapen entre los dedos. Todo lo que supone nuestro presente es increíble, por el hecho de ser real. Es mucho más sencillo pelear con un monstruo que existe, pues supone un chance de ganar; derribar a un contrincante que aún no está ahí no resulta nada más que en ocio. Sólo quisiera decirles con certeza: en el presente se vive bien, se vive excelente.

 

Por Gibrán Mafud Contreras
gibranmafudc@gmail.com

Dirección Creativa de “Cuatro Monos”.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.