A unas horas de concluir el año civil, la Pastoral de Comunicación de la Arquidiócesis de Yucatán, a cargo del presbítero Jorge Martínez Ruz, recomendó que para 2018 “seamos constructores de Paz” y que los próximos comicios no sean motivos para separar a las familias y amigos.
Sin embargo, invitó a reflexionar pues “como Iglesia y país hemos sufrido mucho. Hemos tenido que crecer en la fraternidad y solidaridad”.
Esos valores, no sólo deben aplicarse en casos de desastres naturales, si no que se haga el compromiso de pregonarlo a lo largo de nuestras vidas. “Ahora que llega el nuevo año, vamos a aprovechar de mantener esas actitudes de servicio y fraternidad”, añadió el entrevistado.
El 1o. de enero se celebra la Jornada Mundial por la Paz, por lo que el presbítero invitó a pensar la manera de cómo “ser agentes de paz en los lugares que nos encontremos”.
El 2018 es año electoral, por lo que pidió a la sociedad general estar muy atentos para buscar lo mejor para nosotros y la ciudadanía, “actuar siempre con transparencia, buscando la paz.
–Tenemos que estar muy atentos a ejercer nuestra labor ciudadana, a conocer los candidatos, ejercer nuestro voto y elegir de manera libre. Las iglesias no podemos inclinarnos por algún partido en particular, tenemos que exhortar a los ciudadanos a cumplir con sus deberes cívicos y buscar que seamos constructores de paz –añadió.
Para los próximos comicios, pidió, no sean causas de divisiones entre familias y amigos. “¡Qué no se lastimen las relaciones de las personas! Vamos a vivir como ciudadanos ordenados y educados, vamos a conocer las propuestas para elegir a quién más nos convenga”.
E insistió: “Las iglesias no podemos inclinarnos por algún partido o candidato, pero sí debemos exigir a los ciudadanos a ejercer sus obligaciones. Seamos constructores de paz”.
“Vamos a ponernos propósitos que podamos cumplir. Ayudemos al más necesitado, dejémonos iluminar por Dios y en vivir en paz. A todos les deseamos un próspero 2018 y qué Dios esté presente en cada uno de ustedes”, mencionó.
Por Irbin Flores Palomino
