El calzado ticuleño, por la calidad en su diseño y los materiales para su elaboración, puede competir a nivel nacional, pero sin la promoción esto es imposible, comentaron productores que participan en la Expo Calzado, Ticul a tu medida, que ayer concluyó en la explanada del Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI.
Con una experiencia de 25 años en el oficio, Julio Ramírez Chan mencionó que el 50 por ciento de la población está dedicada a la elaboración del calzado femenino. “La mitad de la ciudad se dedica a la elaboración de los zapatos de mujer”.
Mientras el varón cambia de calzado rara vez, las féminas tienen motivos de sobras para adquirirlos, ya sea para una fiesta, bautizo, reunión… “Ellas son nuestras principales consumidoras, por eso los productores nos dedicamos a la elaboración de zapatos para la mujer”, mencionó.
En cuarto siglo, la producción ha evolucionado a paso lento, no tan avanzada como desean por la falta de estímulos y, principalmente, la promoción, promesa que no se concretó por parte de los gobiernos estatales anteriores.
–Mucha de nuestra producción se vende en otros estados como Campeche, Chiapas, Tabasco, Quintana Roo y Veracruz. Tenemos que salir a desplazar el producto, porque es mínimo la venta local para mantenernos –explicó.
Sobre la presencia del calzado ticuleño en la Semana de Yucatán en México, Ramírez Chan calificó el plan de bueno, pero muy reducido para los artesanos zapateros, pues en cada edición sólo se lleva a una decena de productores.
–Se necesita un evento exclusivo para promocionar a nivel nacional el calzado ticuleño, que también traería beneficios para la ciudad –sugirió.
El uso de las maquinarias, opinó, ayudaría mucho a aumentar la producción de calzado en los talleres. En su caso particular, al mes se elaboran aproximadamente 36 mil pares. “Con una máquina triplicaríamos nuestra elaboración.
Por su parte Luis Chay Mata, quien tiene 15 años de experiencia como zapatero, mencionó que Ticul tiene muchas oportunidades para convertirlo en un polo de la industria del calzado.
“Lamentablemente, no tenemos el reconocimiento de otras ciudades como León (Guanajuato). ¿Qué pasa? Necesitamos más apoyos del gobierno, mayor promoción. A veces llega gente a Ticul que no sabe cómo llegó y en dónde se ubica. En ese sentido, estamos olvidados”, explicó.
La evolución del oficio pasó de la elaboración artesanal a la pequeña industrialización. “Ahora, somos semi-industriales. Esperemos que con el tiempo podamos alcanzar mejores niveles de industrialización”, añadió.
Una docena lleva de cuatro a cinco horas de elaboración. De contar con la maquinaria necesaria, se ahorraría el 50 por ciento de los tiempos.
Los costos por máquinas varían, van de los 8 mil pesos hasta los $100 mil, depende mucho las funciones.
Al año, el taller produce 15 mil pares, la mayoría de los compradores son de Yucatán y se exportan a otras entidades de la región sureste.
FLOJO CIERRE
La afluencia de visitantes a los stands fue muy destacable. Sin embargo, algunos empleados de las tiendas participantes comentaron que en días pasados las ventas estuvieron mejor en comparación con ayer, que fue quincena.
Lourdes Chi, empleada de la tienda María Fernanda, calificó la jornada de floja. “Espero que más tarde llegue más gente. La semana pasada hubo más clientes”, comentó.
Texto: Irbin Flores Palomino
Fotos: Juliana Sepúlveda García
