En yucatán tenemos casos de inicio de consumo de drogas a partir de los nueve años de edad y en la adolescencia este consumo “normalizado” alcanza un grado de “multiconsumo”, en donde el alcohol, la marihuana y la cocaína se convierten en las tres sustancias más consumidas.
De acuerdo con la psicoterapeuta y psicoanalista egresada de la Universidad Complutense de Madrid, Laila Gantús Sansores, la marihuana se ha convertido en Yucatán en la puerta de acceso a un multiconsumo entre los jóvenes que tienen a la mano los enervantes, incluso al interior de cualquier universidad, ya sea pública o privada.
“Lo que estamos observando hoy es una conjunción de factores donde el orden de consumo en Yucatán es de alcohol, marihuana y cocaína, consumidos por las misma persona. Y en algunos casos se encuentra en tercera o cuarta droga de consumo otras las LSD (Dietilamida del ácido lisérgico), también conocidas como alucinógenas o de diseño”, dijo la especialista.
Gantús Sansores estableció una diferencia entre la política y el problema de salud que trae las drogas. Destacó primero que no descarta la posibilidad de que la legalización de la marihuana pueda funcionar en el combate al crimen organizado, pero que, sin embargo, esta estrategia tiene un alto costo en salud.
“Cada vez tenemos que son jóvenes a más temprana edad quienes empiezan a consumir esta droga, antes se tenía que la edad de inicio era 25 años, pero ahora se ha reducido 14 años e incluso en lo personal he atendido casos de niños hasta de nueve años de edad que han empezado a consumir la marihuana”, destacó la académica.
Si bien no desechó las teorías de propiedades benéficas en ciertos tratamientos médicos de la marihuana, aseguró que se trata de una “droga de entrada”, ya que el cuerpo, una vez que asimila los efectos de esta droga, deja de recibir la dosis que produce placer en el huésped y es entonces cuando el consumidor busca otra más potente.
“Lo verdaderamente lamentable en el tema, es que a nosotros los psicoterapeutas nos consta que los efectos de salud son a largo plazo, irreversibles, por lo que una estrategia de legalización, el mensaje que oculta es que es incluso benéfico. Una estrategia que tiene un alto costo de salud en la población”,dijo la especialista.
Texto y fotos: Iván Duarte
