Tras señalar que los “políticos no salen de una incubadora, salen del pueblo”, el jurista Eugenio Raúl Zaffaroni consideró importe que la sociedad retome el sentido de lucha por sus derechos y no dejarse manipular por la clase política que impera en la actualidad y los monopolios de información.
Durante su participación en la conferencia denominada “Los Desafíos del Derecho Penal Latinoamericano”, que realizó la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), el catedrático destacó la importancia de reafianzar el derecho penal adaptado a las necesidades de cada país.
-Nosotros tenemos una doctrina penal importada de Alemania. Está muy bien que importamos métodos, técnicas, pero no se puede implementar en una sociedad estratificada, es decir, con desigualdad social –explicó.
Expuso que, entre los desafíos del derecho penal, se encuentran: enfrentar a los medios monopólicos de comunicación que inspiran la venganza, resolver los problemas estructurales de la sociedad y política general.
Al cuestionarle si se puede hablar de un derecho penal en estos días, Raúl Zaffaroni, comentó: -acceder al derecho penal como defecto subjetivo no existe, lo que existe son nuestros derechos como la libertad, garantía, espacio y actividad social, y depende del Estado de derecho y la lucha permanente. El derecho no se da, no existe, se ejerce, y esa es una lucha constante para ampliarlo -señaló.
Apuntó que el contar con un verdadero derecho penal es tarea de todos, fundamentalmente, de los pueblos, por lo que es necesario retomar las ideas de los libertadores que encaminen al estado a una soberanía económicamente independiente y socialmente justa.
¿Pero se puede aspirar a esto ante políticos que tienen ideas diferentes?
-Los políticos no salen de una incubadora, salen del pueblo y los pueblos no se quedan quietos.
Pero, la experiencia es diferente. No siempre representan la voz del pueblo
-Será porque el pueblo no vota por quien tiene que votar. Ese es el asunto. Tenemos una democracia que está manipulada por medios monopólicos de comunicación. Un discurso único no es propio de una democracia. Un discurso propio es sinónimo de autoritarismo.
–Si tenemos medios monopólicos eso es incompatible con una democracia y es cierto, un medio no puede confundir a todo un pueblo, pero si pueden confundir a un 10 % y a veces, con esto se gana o se pierde una elección – señaló.
– Jesús Gómez
