Ovinocultura yucateca en auge, pues crece la demanda de carne de borrego

Araíz de que mucha gente ha llegado a vivir a Mérida desde estados del centro y norte del país, donde es muy común el consumo de esta carne en barbacoa, birria u otros platillos similares, se ha incrementado el número de restaurantes que los ofrecen.

“A nosotros nos da mucho gusto porque nos da la oportunidad de venderles la carne que utilizan”, comentó el presidente local de la Asociación Ganadera Especializada en Criadores de Ovinos de Umán, Franklin José Quiñones Ávila.

Hace unos años, la mayor parte de la producción de carnero se enviaba a Cancún e inclusive a estados del centro del país y era común observar cómo llegaban los tráileres para cargar a los animales y trasladarlos a estados como Hidalgo, pagando lo que querían por ellos, pero hoy toda la producción se consume en Mérida y en las principales ciudades y poblaciones del estado como Tizimín, Motul y Hunucmá, donde se acostumbra comerlo asado. Semanalmente se sacrifican entre 500 y 600 corderos en todo Yucatán y en la capital yucateca se quedan 350 a 400 de ellos.

Es importante destacar, que aunque en la actualidad los productores ya casi no se dan abasto para surtir la demanda tan solo de la capital yucateca, lamentablemente, no se ha podido crecer en cuanto al inventario estatal de ovinos, que se estima en la actualidad es de 60 mil  vientres, cuando con base a la superficie que se pueda utilizar para la crianza y otros factores, en el estado se podrían tener hasta 250 mil vientres. Entre otros factores que influyen para que se de esta situación, es que los ranchos grandes de borregos que hasta hace 25 o 30 años se encontraban en municipios del centro del Estado y zona metropolitana,  desaparecieron porque sus propietarios prefirieron vender sus tierras, ante la atractiva oferta económica derivada del boom inmobiliario que se ha registrado.

“Además, tanto a nivel federal como estatal, se eliminaron esquemas para fomentar el repoblamiento de hembras, esto por parte del gobierno, pero aún sin contar con este apoyo durante los últimos seis años, hemos seguido produciendo y elevando la calidad genética de nuestros animales, pese a las altas temperaturas combinadas con la humedad y los suelos pedregosos”, subrayó el dirigente, quien detalló que en esta nueva administración que encabeza el gobernador Joaquín Díaz Mena, se incrementó de seis mil a ocho mil pesos el apoyo económico para la adquisición de sementales.

“Estamos muy agradecidos, porque durante muchos años estuvimos peleando que se aumentará ese apoyo al productor”, recalcó Quiñones Ávila, quién hizo una comparación con la calidad de los animales que se tenían hace 25 años a los actuales. “Hay mejoramiento genético, además de que ya tenemos más experiencia para criar a los animales, y estamos en un punto en el que criadores de razas de registro de aquí han ido a competir a estados netamente ovinocultores como Querétaro, Hidalgo, Jalisco, cuyos productores también nos han ayudado a retroalimentarnos”, detalló.

Quiñones Ávila fue entrevistado la semana pasada durante la tercera edición del Festival Gastronómico del Cordero, que se llevó a cabo en la Feria de Xmatkuil donde los asistentes degustaron brochetas, kibis y asado de carnero, que inclusive se preparó en forma similar a la cochinita pibil o en relleno negro, y por supuesto en birria y barbacoa, sin duda una delicia al paladar, ya que por la edad de los animales la carne es muy suave.

datos a destacar

– En la actualidad ,la asociación que encabeza Quiñones Ávila cuenta con 50 ranchos especializados en la ovinocultura, siendo las razas katahdin y dorper las más populares, además de la pelibuey.

– Es importante señalar que un animal de cuatro o cinco meses de edad, con buena genética y bien alimentado, puede alcanzar 45 kg de peso, estando listo para sacrificar.

– Además de una buena genética, los productores yucatecos ya tienen más experiencia para criar a estos animales.

Texto y fotos: Mauel Pool