Vendajes ajustados, tatuajes, rituales de calentamiento y colocación de guantes es lo que la afición al boxeo, uno de los deportes más antiguos, poco verán antes de una función.
Los pugilistas se preparan, algunos con ayuda de su mánager, para después realizar movimientos simulando el combate. La concentración es primordial y cuando todo está listo suben al ring.
Texto y fotos: Amílcar Rodríguez