Monaguillos de la arquidiócesis realizan su tradicional peregrinación anual al santuario de la Morenita del Tepeyac, en el barrio de San Cristóbal. Recuerdan a San Juan Diego en su día y al mártir juvenil San José Sánchez del Río, patrono de los acólito.
En medio de porras y aplausos, la peregrinación guadalupana de monaguillos arribó ayer al Santuario de la Morenita del Tepeyac, en San Cristóbal, donde fueron recibidos por el Arzobispo de Yucatán, Mons. Gustavo Rodríguez Vega, quien en el marco de la conmemoración de los 486 de la primera aparición a San Juan Diego también recordó la vida y obra del mártir juvenil, San José Sánchez del Río. “Ambos fueron modelo de devoción de Nuestra Señora de Guadalupe, y son ejemplos dignos de imitar”, dijo.
Después de reconocer que a pesar de las inclemencias del clima, los niños y jóvenes que sirven al altar del señor en la arquidiócesis estuvieran presentes para expresar su devoción por la Guadalupana, y les recordó que el 9 de diciembre de 1531, sucedió la primera aparición en el Cerro del Tepeyac.
“Por eso la iglesia escogió este día para celebrar a san Juan Diego, aquel hombre fue escogido por Dios y María para llevar el mensaje. Tenía quizá más de 50 años, pero conservaba su espíritu de niño, y fue uno de los pocos indígenas que se habían convertido ante la evangelización, los demás estaban sumidos en la tristeza y depresión después de la conquista, y fue en medio de este panorama que la virgen vino trayendo a su hijo a las entrañas, porque su imagen es la de una mujer embarazada, y se presentó como la madre del verdadero Dios por quien se vive, y como nuestra madre, y así todos los indígenas se bautizaran de inmediato y por eso es la primera evangelizadora en México y Latinoamérica”, explicó.
Recordó que en el 2031 se van a celebrar 500 años de las apariciones, y que los obispos de México preparan un proyecto pastoral para hacer una fiesta muy grande para toda América, ya que hasta en Estados Unidos y Canadá, la Virgen de Guadalupe es querida como madre y 2 años después se cumplirán 2 mil años de nuestra redención, “Jesús tenía 33 años, cuando subió a la cruz para nuestra salvación”, subrayó.
Y en ayer en el día de fiesta, también se festejó al patrono de los monaguillos, San José Sánchez del Río, que en plena guerra Cristera fue martirizado a los 14 años, quien hace apenas un año fue canonizado por el papa Francisco. “Ya iba a ser quinceañero, y celebró en el cielo porque entregó su vida por Cristo. Pudo salvarse del martirio, pero no quiso renegar de Nuestro señor y antes de morir grito: ‘Viva Cristo Rey, viva la Virgen de Guadalupe’”.
Manuel Pool Moguel
Fotografía: Gabriela Cortés
