Se cumplen cuatro décadas del célebre campeonato de “Guty” Espadas

Un día como hoy, pero hace 40 años, Gustavo Espadas Cruz, o simplemente conocido como “Guty” Espadas, escribió uno de los capítulos más emocionantes en la historia del deporte yucateco. En una pelea frenética y con un final para el recuerdo, el pugilista peninsular venció al panameño Alfonso López para quedarse con el campeonato mundial peso mosca en pleito realizado en Los Ángeles, California, en Estados Unidos.

Teniendo esta fecha como ocasión propicia, Punto Medio recuerda aquella noche memorable y hace un tributo a la vida y carrera de “Guty” Espadas, uno de los mejores boxeadores que haya dado el Mayab al mundo.

El origen del campeón

 Gustavo Espadas nació el 20 de diciembre de 1954 en Mérida, hijo de Hernán Espadas y de Isabel Cruz. Desde niño se hizo respetar a los golpes en las calles de la Colonia Quintero y del centro de Mérida, sin saber que unos años después ésa sería la senda que lo llevaría a ser el más terrorífico pegador de los pesos moscas en todo el mundo en la década de los 70.

La costumbre del joven Gustavo por las peleas callejeras orillaron a Don Hernán a llevarlo a un gimnasio de boxeo, en donde se encontró a Edilberto “Beto” Rivero Segovia, quien se convirtió en su manejador.

Poco después, el abogado, Eric Germón González les presentó al legendario empresario de boxeo William Abraham Daguer. El Sr. Abraham asumió el control de la carrera de “Guty” y crearon una de las alianzas deportivas más productivas en la historia de Yucatán.

El equipo Abraham-Espadas comenzó a abrirse camino en el ámbito nacional, enfrentando a peleadores como el jalisciense Roberto Álvarez, así como al ex campeón olímpico de México 68, Ricardo Delgado.

Llegaron los compromisos internacionales

 La primera pelea internacional de “Guty” Espadas ocurrió la noche del 5 de octubre de 1974 en la Plaza Mérida, donde enfrentó al gran boxeador dominicano Pablito Jiménez, quien con su estilo veloz y de continuo movimiento venció al jovencito yucateco para quitarle el invicto.

A pesar de la derrota ante Jiménez, “Guty” siguió entrenando fuerte y salió de Yucatán para combatir a excelentes niveles en peleas posteriores, como la que sostuvo contra el clasificado mundial Alberto “Costeñito” Morales, en la que perdió, aunque fue parte de la función estelar de José Ángel “Mantequilla” Nápoles.

Si bien “Guty” Espadas no obtuvo la victoria en esa pelea, sí se quedó con lecciones y experiencias sumamente valiosas para lo que vendría después, pero sobre todo, sirvieron para darse a conocer como un boxeador capaz y competitivo, ganándose el respeto del medio boxístico y el interés del público mexicano.

Se dio la gran oportunidad, pero…

 “Guty” regresó a Mérida consciente de que podía pelear a nivel internacional y sumó dos victorias antes de que fuera anunciado su pleito a 10 rounds con el campeón mundial panameño Alfonso López.

Sin embargo, la pelea no pudo darse en ese periodo debido a un percance: en un entrenamiento, mientras “Guty” Espadas hacía guantes sobre el ring del recientemente inaugurado gimnasio San Francisco de Asís, una viga de madera que sostenía las láminas del techo se desprendió y cayó justo sobre la cabeza de Espadas, quien quedó inconsciente sobre la tarima; “Beto” Rivero y un compañero de gimnasio lo llevaron al hospital, de donde afortunadamente salió sin problema luego de recuperar el sentido.

Ese incidente resultó favorable para “Guty” Espadas, pues eso evitó que el yucateco peleara contra López en una función sin título de por medio y, por el contrario, le permitió guardar sus “armas” para después. Mientras tanto, Espadas enfrentó al estadounidense Willie Jensen, con el que empató, en el respaldo de la pelea entre Carlos Zárate y Rodolfo Martínez.

El momento de hacer historia

 Luego de dos peleas más, Alfonso López aceptó darle a “Guty” la oportunidad de combatir en la Sports Arena de Los Ángeles, donde el panameño salió como amplio favorito sobre el peninsular, a quien no consideraba como una “amenaza” para su invicto de 25 peleas.

En esas condiciones, sonó la campana aquella noche del 2 de octubre de 1976, y desde el principio de las hostilidades, López marcó diferencia con su boxeo técnico, elusivo y rápido ante un retador que tardaba en encontrarle la cuadratura al círculo.

El pleito llegó a la mitad con el campeón llevando la ventaja. La cara de Espadas después del séptimo asalto evidenciaba el castigo al que había sido sometido y la misión parecía irse al fracaso.

Pero “Guty” no dejaría que su sueño muriera allí. Decidido al triunfo, se fue al ataque en el duodécimo round con un López ya lastimado y sin la misma velocidad. Aprovechando el panorama, el yucateco le conectó un potente gancho corto que estalló en el maxilar izquierdo de su rival para tirarlo a la lona. El panameño logró levantarse sólo para caer una vez más en ese asalto.

Hambriento de gloria, Espadas salió al round 13 como un león por su presa para devorarse lo que quedaba de López y de su reinado. Poco más de 2:50 minutos después, “Guty” derribó al “canalero” por quinta vez, tercera en ese décimo tercer capítulo y, de acuerdo con las reglas de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) que sancionaba el duelo, eso permitió al peleador yucateco ganar el pleito y convertirse en campeón mundial de peso mosca de la AMB.

Sin duda alguna, el triunfo de “Guty” Espadas la noche del 2 de octubre de 1976 es una de las proezas más recordadas y que enorgullecerán por siempre al Estado de Yucatán.- Boletín/Redacción

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