Por Silvia Carrillo Jiménez*
silvia.carrilojimenez@gmail.com
*Jefa del departamento de Fomento Turístico de Valladolid y maestra en Desarrollo Sustentable y Turismo.
Es muy probable que todos hayamos escuchado de un sin fin de encuentros bélicos en el pasado siglo, protagonistas de nuestros libros de historia, y de nuestras primeras planas. Siguiendo con el hilo de las probabilidades, es así que también hayamos podido escuchar del enfrentamiento de Guernica, España. Y para acabar, es probable también que esa ciudad nos remonte a la obra de uno de los más grandes de nuestra época: Guernica de Pablo Picasso, que es resguardada en el Museo de Arte Reina Sofía en Madrid, un bello edificio (cómo diría mi maestra de Historia de Arte, una obra de arte alberga a otra obra de arte).
La Guernica de Picasso, obra que evoca el bombardeo de la población durante la Guerra Civil Española, y que, como cualquier enfrentamiento armado, bañó de sangre muchas almas y aún enluta la memoria de los que juegan con el recuerdo de años complicados para la Madre Patria.
La obra monocromática del español nos transporta a este remolino de dolor, sangre, sollozos y muerte, sin ningún rastro de armas o elemento evidente de una guerra.
Hace un par de semanas, el cantautor uruguayo Jorge Drexler en una maravillosa hazaña convocó en redes sociales a sus seguidores para escribirle unos versos al famoso cuadro, versos que él se encargaría de musicalizar y cantarle en vivo. “Décimas para Guernica” fue el título con el que el uruguayo lanzó la convocatoria, y los resultados fueron deliciosos: “La sangre gris en el lienzo clava su lanza y salpica, no hay un rojo más intenso que los grises del Guernica. Toma esta flor obstinada que entre los escombros crece; que, así como reaparece, como un candil, la alborada y en cada fe silenciada una campana replica, y aún por la grieta más chica, la raíz derriba al muro. No hay verde con más futuro que los grises del Guernica. Cada trazo en la pintura sostiene, de horror un grito. Guernica, un rumor maldito te atraviesa cada hechura y muerde a cada criatura sobre el violento retablo mientras un sordo retablo, mientras un sordo vocablo de muerte el óleo rubrica y de desangras, Guernica, por los pinceles de Pablo”.
He de confesar que, al ser gran admiradora del cantautor suramericano, médico de profesión, músico por vocación, es probable que mi juicio este un poco comprometido, pero me parece que el resultado de la convocatoria lanzada –que tenía como fuente de inspiración, por supuesto, la pintura de Picasso– fue maravilloso.
El poder y querer combinar diferentes pasiones como lo son la música y la pintura en una actividad en la que se pudo interactuar de manera directa con sus seguidores, es un acto valiente y arriesgado. En lugar de parecer que el buscar ayuda con extraños pueda ser un acto no del todo seguro, me parece que arrojó excelentes resultados.
El video de dicho acontecimiento, (las letras con música) se puede ver en cualquier plataforma digital, en la cual se observa una sala vacía del museo en la capital española, con el cantante uruguayo acompañado solamente con una guitarra, cantándole de frente a la Guernica de Picasso.
A todos los que amen la buena música les recomiendo regalarse unos minutos y disfrutar un ratito del genio de Jorge Drexler.
