Wilberth Cabrera fue acompañado hasta su última morada por familiares y amigos, incluyendo a la feligresía del templo Bethel quienes le cantaron himnos cristianos.
En el sepelio fue muy notable la participación de la comunidad de Akil, cuyos integrantes se acercaron a dar el pésame al padre de Wilberth.
Asimismo, decenas de amigos de los diversos clubs de motos llegaron para acompañarlo hasta el cementerio local de Akil. El cortejo fúnebre partió en una patrulla de la Policía Municipal de Akil desde las 5:30 de la tarde de ayer jueves para dirigirse al cementerio que estaba casi lleno de coronas que trajeron familiares y amigos.
Por la cantidad de personas que asistieron al funeral se deduce que Wilberth fue una persona muy apreciada en su comunidad y tenía muchos amigos. Su pasión fueron las motos y su color favorito es el amarillo con el que tenía pintada su moto, el vehículo que significó mucho más que un medio de transporte, era parte de su vida.
El cortejo fúnebre llegó al cementerio a las seis de la tarde, sus amigos cargaron el féretro entraron al cementerio donde el llanto de la familia fue algo triste y desolador.
El himno cristiano “Cuando allí se pase lista” fue cantado por la hermandad de la iglesia, quienes coreaban: cuando allá se pase lista, cuando allá se pase lista y mi nombre llamen yo responderé…
La comunidad del municipio de Akil está consternada con la sensible pérdida de 3 de sus coterráneos que ha puesto en luto a las familias afectadas por la irreparable pérdida de un ser querido.
La última vez que Wilberth fue visto por sus amigos fue la noche del miércoles, tenía planes para ir en su moto hasta Tzucacab, como acostumbraba recorrer varios municipios en compañía de sus amigos, esa noche dijo que hacía un poco de frío y decidió ir por su chamarra a su casa de Oxkutzcab algunos de sus amigos le dijeron que lo acompañaban pero el insistió en ir sólo.
Esa noche nadie pensó que sería la última vez que vieran con vida al amigo Wilberth, la noticia fatal del accidente corrió tan rápido que era algo que no se podía creer, era cuestión de unos minutos en que sus amigos esperaban regrese de Oxkutzcab porque fue por su chamarra para después ir manejando la moto hasta Tzucacab.
– BPC
