DAMASCO.- El presidente sirio Bashar Asad ha celebrado anoche la salida de todos los combatientes y civiles de la segunda ciudad del país, parcialmente devastada tras cuatro años y cinco meses de combates y salvajes bombardeos aéreos.
Estas evacuaciones, tildadas por los críticos de “desahucios forzosos” cierran el capítulo más sangriento en cinco años y medio de guerra en el país.
La ONU organiza desde este jueves un equipo de investigadores para facilitar la fiscalización de los crímenes de guerra cometidos allí. Los medios pro gubernamentales han anunciado que los últimos cuatro buses y 15 vehículos menores estaban abandonando el pedazo de terreno que les quedaba en el sureste alepino.
Alepo quedaba así, proclamaban, “libre de terroristas”. Las cifras de expulsados son difíciles de concretar, pero se estima que alrededor de 35 mil personas han abandonado Alepo desde que hace dos semanas se pactó su salida.
– El Mundo
