Animación y música

 

 

 

Recuerdo haber visto, de pequeño, el video musical animado de 19-2000 de Gorillaz. Como cualquier niño amante de los dibujos animados, quedé impresionado con las caricaturas tan “raras” y la música que las acompañaba.

Desde entonces he sido fanático no sólo de la banda sino que también de aquel género audiovisual.

Carente de las restricciones y normas de las series televisivas, el video musical animado se puede dar el lujo de plasmar ideas inusuales y arriesgadas, tanto en concepto como en ejecución.

Es un medio idóneo para crear productos únicos, desde la narrativa hasta la estética.

Ejemplos hay muchos. Además de los conocidos videos de Gorillaz, destacan producciones como la de Sons –canción de Concorde–, cuya animación –inspirada en las obras de Jonny Negron– relata, en dos épocas diferentes, un romance trágico, frustrado por problemas de autoimagen y autoestima.

También sobresale el video de Fantasy –rola de DyE–, el cual, con más de sesenta millones de visitas en Youtube, es uno de los más populares de su tipo.

Dirigido por Jérémie Périn, la animación provee una perspectiva grotesca, perturbadora y visualmente impactante de la sexualidad joven.

No digo nada más porque, si se va a ver, vale la pena entrarle tan a ciegas como sea posible.

Además de los ya mencionados, también otros músicos de renombre como Breakbot, Caravan Palace, C2C y Ken Ishii (por mencionar algunos) tienen videos animados geniales y altamente recomendables.

Así que, si tienes ganas de ver algo diferente, échate alguno. Hay todo un catálogo de donde escoger.

Por Marcial Méndez*

alexmendez2903_s14@hotmail.com

*Estudiante de Diseño Multimedia, posmoderno y fanático del vaporwave. Dicen que es más formal de lo que su foto indica. Sí tiene novia

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