La importancia de escribir

 

Representar ideas, palabras y números. Se le llama escribir al ejercicio de la escritura con el propósito de transmitir ideas, redactar un tratado, documento y poder libremente expresarnos hacia otra persona.

Ya en estas semanas, de las cuales perdí la cuenta, ha sido un reto enorme en lo personal escribir cada semana, sobre todo con este pensamiento que me persigue, ¿quién leerá esto? ¿Será que alguien lo lea? ¿O lo escribo para mí? Gracias a esto y otras series de pensamientos, es muchas veces complicado encontrar un tema para escribir, sobre todo no conociendo a quiénes va dirigido o el porqué de su lectura.

También aprovecho el tiempo para que quienes nos leen, ya sea por convicción o por accidente, siempre sea maravillosamente grato escuchar (en este caso leer) otras voces. Que podamos aprender otras cosas, conocer otras opiniones o debatir de diversos temas, lograrnos encontrar en un texto.

Este año puede compartir desde experiencias muy personales de viajes, bitácoras, recuerdos, sacudir un poco el ámbito desde el que me desempeño, desde el escritorio, hasta el pizarrón. Ahora muchos de los temas los puedo leer a la par con mis alumnos para darme (o darles) un poco más de luz y de actualidad en temas paralelos que siempre nos ayudan en todos los casos. Y poder poner todo eso en papel, es el verdadero reto.

La inmortalidad de las palabras, que confieren importancia. El simple hecho de escribir nos ayuda a organizar el pensamiento y ver con claridad lo que nos rodea, nos ayuda a hacer mapas mentales para poder expresarnos de la mejor manera.

Antes, en algún otro texto compartía la importancia que tenía para mi tener una bitácora en viajes, para poder escribir ahí detalles que son fugaces y que el tiempo siempre arrebata, es increíble después de unos meses regresar y poder recordar, que como bien diría Eduardo Galeano (recordar viene del latín recordis: volver a pasar por el corazón). Por eso de la vitalidad de poder escribir, momentos, días, frases, nombres, sentimientos.

En el mismo canal de compartir en viajes, surge también esta necesidad de escribir postales para mis amigos, para que sepan lo que viví ese día, puede ser acompañado de una fotografía instantánea, o de alguna etiqueta. Al fin ellos también son mis cómplices de historias y me ayudan a resguardarlas.

Si quieres entender mejor tu papel en el mundo, escribe. Las ideas nunca terminan, y se perpetúan al ponerse por escrito. Puede ser un diario, una carta, una postal. La idea es poder siempre escribir, compartir, aún no sabiendo quién te lee o porqué.

Por Silvia Carrillo*

silvia.carrillojimenez@gmail.com

* Jefa del Departamento de Fomento Turístico de Valladolid y Maestra de Desarrollo Sustentable y Turismo

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