El papá de Cayetano Uc Chan fue un buen policía, sus vecinos le tenían respeto y admiración, lo más natural era que heredara el oficio, pero su vocación era otra, quería ser bombero.
El hombre, que tiene 12 años de servicio, recordó que al principio su esposa Lucely Moo Loeza no estaba muy convencida del oficio ya que sus familiares y amigos decían que es muy peligroso.
“Fui comerciante y un día platiqué con un oficial y fue lo que me animó a decidirme”, indicó.
Ha comprobado que ser bombero es uno de los oficios más admirados por los pequeños incluso, al llegar a casa, su hijo Jonathan Samuel Uc Moo, de 5 años de edad, siempre le pregunta qué hizo.
Indicó que afortunadamente no ha tenido quemaduras o lesiones durante su servicio.
Uno de sus compañeros mostró las cicatrices de quemaduras que tiene en el brazo, pues por mucho cuidado que tengan, hay incendios que por el humo no se ve nada y puede haber una explosión que les alcance.
Explicó que en la unidad de bomberos van 5 personas, el pitonero, quien es el encargado de ir al frente de la manguera y los linieros. La manguera y el agua hace que eso pese alrededor de 20 kilogramos para cada quien.
Además, la presión con la que sale el agua puede ser peligrosa para ellos e incluso mortal, pero afortunadamente con el paso de los años los equipos son más resistentes.
Recordó que el incendio más grande que le tocó fue el de una zapatería que comenzó a las 10 de la noche y acabaron hasta las 6 de la mañana.
Explicó que ellos se tienen que mantener en buena forma; tienen turnos de 48 horas por lo que tres veces a la semana se dedican al acondicionamiento físico.
Actualmente por la sequía han aumentado los incendios, pero se espera que disminuyan con la temporada de lluvias.
Aunque enfrente riesgos todos los días, está convencido que su vocación era ser bombero.
– Acom
