Una de las exposiciones más esperadas este año es “Alucinaciones”, del artista belga-germano Carsten Höller (Bruselas,1961), la cual llegará este mes al Museo Tamayo.
Esta exhibición se presentará por primera ocasión en México, cuyas piezas radican en la experimentación y la percepción de los seres humanos, entre ellas destacan hongos gigantes, toboganes y carruseles luminosos con los que los visitantes pueden interactuar.
Carsten Höller, que es doctor en Ciencias Agrícolas y se especializa en comunicación olfativa de insectos y como entomólogo, integra su arte experimental con las ciencias para cuestionar la forma y el espacio con relación al individuo. Así, la percepción personal es el sujeto de estudio.
Una de sus las obras más emblemáticas de esta exposición es “Upside Down Mushroom Room”, compuesta por enormes esculturas en formas de hongos amanita muscaria —un hongo muy tóxico y psicotrópico— que cuelgan del techo, cuyo fin es producir en el espectador alucinaciones y liberarlo de sus propias restricciones.
Otra obra de Carsten Höller que forma parte de esta exposición que abrirá sus puertas el 23 de marzo en el Museo Tamayo es “Golden Mirror Carousel”, que destacó por su nostalgia y por su tamaño, ya que mide siete metros de altura por 5 metros de diámetro. Para completar una vuelta entera dentro del luminoso carrusel deberán pasar 5 minutos, con ello el artista pretende desestabilizar al espectador al comparar el modo de vida moderno y someter al visitante al movimiento lento de la reflexión y de la contemplación.
La exposición “Alucinaciones” estará del 23 de marzo al 30 de junio en el Museo Tamayo de 10:00 a 18:00 horas. La entrada general tendrá un precio de 70 pesos.
SILENCIOS Y MIEDOS
Hurgar en los miedos y los silencios del ser humano es una de las obsesiones que, como poeta, tiene César Cañedo (1988), “quizá para tener cada vez menos silencios y menos miedos”, afirmó.
—Buscamos en los silencios respuestas y, de alguna manera, el miedo siempre viaja más rápido. No son las únicas conexiones entre los humanos; sin embargo, son algunas de las que más me ha interesado explorar —confesó.
Para el sinaloense de 31 años, quien acaba de ganar el Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2019, con su libro Sigo escondiéndome detrás de mis ojos, este género “es un lugar de salvación y de sanación personal y colectiva, una manera de conectarnos y de compartirnos, y un sitio de mucho trabajo y disciplina”.
Narró que supo que quería dedicarse a la poesía desde niño, “porque tuve una necesidad orgánica e íntima de expresarme así, de compartir con poesía lo que escondía detrás de mis ojos”. Aceptó que Sinaloa está presente en su creación.
Texto y foto: El Universal
