Cientos protestan en EU contra el racismo

La marcha se produce en un momento de renovada rabia contra el Departamento de Policía de Kenosha, que ofrece su propia versión de la agresión y asegura que el afroamericano iba armado.

Al grito de “¡Siete balas, siete días!”, cientos de personas hicieron retumbar ayer la ciudad de Kenosha (Wisconsin, EU) en una protesta destinada a pedir justicia para Jacob Blake, un hombre negro paralizado después de que la policía le disparara siete veces por la espalda hace casi una semana.

La manifestación fue organizada por la familia de Blake, de 29 años y que está en el hospital sin movilidad de cintura para abajo.

Cientos de manifestantes de todas las edades inundaron las calles que rodean la corte del condado de Kenosha mientras, con el puño en alto, coreaban lemas como “sin justicia, no habrá paz” y “siete balas, siete días”, en referencia al número de veces que Blake fue disparado el domingo pasado.

Los manifestantes llevaban en pancartas, mascarillas y camisetas con el lema de “Black Lives Matter” (Las vidas negras importan).

Las emisoras de televisión de Estados Unidos mostraron que los manifestantes marcharon frente a la presencia de un reducido grupo de reservistas de la Guardia Nacional, un cuerpo de voluntarios bajo el control de los gobernadores que suele activarse en situaciones graves como disturbios y huracanes.

Desde la muerte de Blake el domingo, Kenosha ha vivido constantes protestas, algunas con disturbios violentos, y en respuesta el gobernador ha desplegado a más de mil miembros de la Guardia Nacional.

LA POLICÍA SE DEFIENDE

La marcha se produce en un momento de renovada rabia contra el Departamento de Policía de Kenosha, ya que el viernes su sindicato ofreció su propia versión “real e indiscutible” de los momentos que precedieron a la agresión.

Según el sindicato, Blake iba armado con un cuchillo, “luchó con fuerza” contra los agentes cuando intentaron arrestarle e, incluso, hizo una llave a uno de los policías.

Además, los agentes intentaron sin éxito inmovilizar a Blake al dispararle dos veces con unas pistolas eléctricas conocidas como “tasers” y que dan descargas de hasta 50,000 voltios.

Blake supuestamente se resistió y acabó siendo disparado siete veces por la espalda mientras intentaba entrar en su vehículo, donde estaban sus tres hijos.

El tío de Blake ha asegurado que la versión del sindicato es una “basura” y resulta “insultante”, al mismo tiempo que niega que su sobrino estuviera armado.

Texto y foto: Agencias

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