El director de la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán (Japay), Carlos Castillo Sosa, comentó que el intenso calor está ocasionando problemas con el abasto del preciado líquido, cuya demanda se ha incrementado hasta en un 30% en los hogares.
“Los apagones que ocurren por igual en diferentes puntos de la ciudad, ocasionan afectaciones o daños a los equipos de la Japay, por lo que el personal tiene que reiniciarlos de manera gradual, siguiendo un protocolo a fin de permitir que poco a poco se vayan presurizando las líneas”, explicó.
El entrevistado recordó que hace unos días derivado de las intensas temperaturas registradas, fue necesario hacer una sustitución de equipo en el cárcamo de la calle 42 Sur, lo que se realizó de manera inmediata y sin que resintieran la afectación los usuarios de la zona.
La cuestión es que, desde el mes de enero, se empezó a ver problemas con el falseo de energía eléctrica, por lo que de manera adicional se cuenta con plantas de emergencia que se colocan en fraccionamientos y colonias para apoyar en el proceso.
Cabe destacar que desde el mes de octubre el personal de la Japay comenzó a dar mantenimiento preventivo a todas las plantas potabilizadoras, cárcamos y sistemas independientes, para prepararlos y que se pueda enfrentar de la mejor manera estos meses en los que por las altas temperaturas hay un incremento en la demanda, y en la que por utilizarse más energía eléctrica, al igual que en una casa, también aumenta el monto del recibo a pagar.
“En promedio, el año pasado estábamos pagando 12 millones de pesos mensuales por el servicio de energía eléctrica para nuestros cárcamos, plantas y sistemas independientes, además de oficinas; en mayo nuestros recibos aumentan entre un 10 a un 20%”, detalló Castillo Sosa, quien recalcó que esto no se ve reflejado en el recibo del agua potable que pagan los usuarios.
El funcionario también explicó que en esta época el personal trabaja en tres turnos en la reparación de las fugas, cuyo número también se ha incrementado al pasar de un promedio de 380 a 450, las cuales atienden con tres brigadas que se encuentran en los centros de atención ubicados en San Sebastián, colonia Alemán, García Ginerés y Mulsay.
Dichas fugas se generan por la antigüedad de las tuberías, pero también por accidentes como el ocurrido este jueves en los trabajos que se realizan en la Plaza Grande, donde por la vibración se afectó una tubería de 4 pulgadas y casi 80 años de antigüedad.
“Se atendió de manera rápida, y se sustituyeron completamente 12 metros de tubería”, finalizó.
Texto y foto: Manuel Pool