Las formas no importan para América si de mantener su dominio ante Cruz Azul se trata, pues se cumplen 14 encuentros sin perder en este duelo. El Clásico Joven ofreció polémicas jugadas, pero cero goles en las porterías.
A un duelo con sed de revancha, soberbia del americanismo e intensidad en el terreno de juego, sólo el impacto ante las redes fue el ausente, ya que ambos equipos se pelearon el tú por tú por los tres puntos que los catapulten a zona segura de Liguilla.
En el primer tiempo La Máquina más imprecisa y con la suerte echada en su contra para acorralar a quien venía de ser campeón de Copa.
Ya para los minutos finales, Andrés Ibargüen anotó un gol; sin embargo, era una mano clara al despeje de Pablo Aguilar que anuló el que sería la ventaja de los azulcremas.
Para la segunda mitad, la cercana oportunidad la tuvo Roberto “Piojo” Alvarado frente al arco De Marchesin, pero quedó claro que no era la tarde para La Máquina se encontrara con el gol.
Luego el momento que paralizó las voces en el estadio Azteca, fue la revisión de una polémica mano de Emanuel Aguilera; sin embargo, queda en la incógnita en la y que en la imagen se ve como el defensa de las Águilas tira para atrás los brazos y el balón de manera circunstancial cae en su brazo derecho, así que el silbante Marcó Antonio Ortiz sólo deliberó que fuera tiro de esquina.
Al 81’, las alarmas se encendieron en el plantel celeste después de que Pablo Aguilar tuviera que abandonar elterreno de juego por una probable distensión de ligamentos.
Transcurrió el lapso final del Clásico ante la necesidad de que alguno de los dos tuviera su oportunidad en el arco, pero este partido estuvo diseñado para terminar sin el encanto del gol.
Texto y foto: Agencias
