Dicen que México ha disminuido la homofobia

A más de 40 años de iniciada la lucha contra la homofobia, ha habido cambios muy interesantes en los aspectos social, cultural, político y legal, que a pesar de que no han sido espontáneos, la realidad en México ahora es muy diferente, expresó Armando Cristeto, médico cirujano de profesión, pero artista visual por convicción.

En entrevista en el marco del Día Internacional de la Lucha Contra la Homofobia, consideró que ha sido un proceso muy largo, tanto en este país como en otras partes del mundo, pero lo importante es que ahora la gente acepta con cierta naturalidad, respeto y tolerancia la expresión de los sentimientos entre dos personas del mismo sexo. “Hace muchos años era impensable que dos hombres o dos mujeres fueran tomadas de la mano, o que se dieran un beso en la calle, en un lugar público a la vista de las personas, pensé que no me iba a tocar ver el día en que esto sucediera”.

Y es que Cristeto, con 42 años de experiencia en la fotografía, fue uno de los pioneros de la lucha contra la homofobia a través del Movimiento de Liberación Homosexual en México, cuyos integrantes fueron los primeros en organizar las marchas por el orgullo sexual.

Recordó que antes de la guerra contra el narcotráfico, la homofobia era uno de estos sentimientos retrógradas que más costaban la vida a decenas de personas que eran asesinadas no por una causa específica, sino por el simple hecho de ser diferentes.

Lamentablemente, dijo, los casos de desapariciones y homicidios siguen siendo muy altos, y sobre todo con los grupos más vulnerables que son los llamados travestis, quienes más padecen la violencia.

“Por fortuna, desde hace muchos años en el medio urbano ya se lograron conquistas que se pueden englobar en el respeto, la tolerancia y en la aceptación, pero en lugares pequeños, como son algunos poblados de la República, sigue siendo muy difícil el hecho de evidenciar los sentimientos o vestirse de mujer”.

Aseveró que la lucha continuará, porque todavía sigue siendo un estigma, una afrenta, una vergüenza, donde muchas personas se sienten con la autoridad moral y social de agredir e incluso hasta matar.

Ante esta situación, sin duda hacen falta más políticas públicas que concienticen, sobre todo a los jóvenes, quienes a muy temprana edad ya han iniciado su vida sexual sin protección y por lo consiguiente el número de casos de personas infectadas con VIH ha ido en aumento, comentó.

Texto y foto: Agencias

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