El Cantón de Chao espectacular comida china

En todo el sur del estado, abunda la comida china, que fue traída por los paisanos yucatecos que regresaron a su tierra después de su incursión en Estados Unidos, especialmente al área de San Francisco, California, donde la mayoría comenzó como lavaplatos, y que poco a poco aprendieron a elaborar platillos como el pollo oriental, chow mein, el chow fan y hasta los tradicionales burritos originarios de Tijuana, y los nachos que en la actualidad son la base del menú del “El Cantón de Chao”.

Se trata de un original puesto móvil de dos pisos en el que los primos Gonzalo y Juan Carlos Magaña ponen en práctica lo aprendido en su incursión al vecino país del norte, y ya se han ganado la fama de tener el mejor lugar para degustar la comida china en Oxkutzcab y sus alrededores.

Los flamazos que salen de las sartenes y cacerolas, es algo que llama la atención de propios y extraños que quedan fascinados con el show, pero más por el sabor de la comida, que se ofrece a precios mucho muy accesibles.

El puesto se coloca todas las tardes frente al legendario mercado de frutas “20 de noviembre”, y los comensales cuentan con una especie de barra en el segundo nivel, que se convierte en una azotea desde la cual se obtiene una espectacular vista del lugar, y que es muy socorrida para que los jóvenes se tomen sus “selfies”.

“Chao”, explicó Juan Carlos, es una palabra con la que jugábamos con uno de mis hijos cuando era apenas un bebé allá en los Estados Unidos; hoy, Isaac tiene 18 y ya está estudiando Odontología, pero además tengo otro hijo que está en San Francisco y uno más pequeño, Gerson, que tiene 21 años, comentó este chef que afirma también domina las comidas italiana y francesa.

—Yo me fui por primera vez en 1991, y entré por Nogales, y en ese entonces las cosas eran muy diferentes, llegué sin mayores problemas y hasta mis maletas llevé, lo mismo pasó con Juan Carlos que me alcanzó en el 94, y allá trabajamos en restaurantes de prestigio, ubicados en la bahía de San Francisco, pero lamentablemente ocurrió el problema de las Torres Gemelas y el trabajo comenzó a escasear, ya no se ganaba lo mismo y si se gastaba mucho, y por el miedo de que le pase algo a la familia decidimos regresar —comentó a Punto Medio, Gonzalo.

Con el paso del tiempo, el público inclusive de Tekax, Ticul, Yotholín y Pustunich, acude a este modesto puesto con la nostalgia de probar la comida al estilo San Francisco, como la acostumbran comer los chinos de aquellos lares y que con tanto éxito se prepara en “El Cantón de Chao”, que con frecuencia es contratado para dar su servicio en bodas, xv años y fiestas en toda la región.

Estos jóvenes exmigrantes sueñan con algún día contar con los recursos necesarios para poner un restaurante en forma, y no guardan la ilusión de regresar a Estados Unidos, aunque saben que sería lo que requieren para hacer su sueño realidad, no están dispuestos a renunciar a lo que han logrado en su ciudad natal en la que hicieron trizas el refrán de que “nadie es profeta en su tierra…”.

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