El pavo feliz inigualable sabor

En amena entrevista con Genny Herrera Poot, la encargada del local, recordó que su padre, ya fallecido, vendía relleno negro y asado elaborado con pavos indios, lo que le da un sabor muy especial a los platillos que se elaboran en el lugar, donde los comensales hasta la fecha acostumbran pedir que a sus panuchos o salbutes, les pongan un buen pedazo de papada.

“De esto ya han pasado muchos años, recuerdo que a mí y a mis hermanos nos traían desde chicos para ayudar en el puesto, hoy tengo 43 años y muchas cosas gratas que contar de nuestra lonchería, a la que le tenemos un gran cariño porque ha sido nuestra fuente de trabajo”, recordó la entrevistada, quien subrayó que gracias a la iniciativa de su hermano Javier que poco a poco fue aumentado más opciones en el menú, en la actualidad se ofrecen a diario 22 variedades de platillos.

“La gente nos pide mucho la carne deshebrada, el picadillo con queso de bola, además de los salbutes de mariscos como el camarón empanizado y el pulpo a la vinagreta, que son parte del surtido que ofrecemos a la clientela desde las seis de la mañana y hasta la una o dos de la tarde”, detalló Genny, quien apenas dispuso de unos minutos para conceder la entrevista, ya que los pedidos de los comensales, como ocurre la mayoría de las ocasiones, eran constantes.

Y aunque existen varios locales que ofrecen la misma variedad de platillos que en el Pavo Feliz, inclusive a un menor precio, (algunos de sus propios hermanos que decidieron independizarse), es en el local original donde se amontona el público y hasta espera para poder ocupar una mesa y degustar los sabrosos antojitos, a los que se les puede aderezar con una salsa muy especial:

“Es la cebolla asada al carbón, mi papá la daba con naranja agria, cilantro y chile habanero desde que eramos pequeños, y así la seguimos ofreciendo, es parte de la tradición y creo que eso es parte del éxito porque hay gente que comenzó a venir desde esa época y han pasado los años y ahora vienen con sus hijos o sus nietos a quienes les enseñan a pedir la cebolla de esa manera, por eso nosotros no podemos quitarla, aunque en ocasiones aumente de precio, es casi casi un compromiso tenerla”, recalcó Genny

Esta lonchería que se ubica en interior del Bazar García Rejón, es frecuentada por personajes muy conocidos, como el senador Jorge Carlos Ramírez Marín que cada año acostumbra invitar a los reporteros a desayunar en el Pavo feliz para luego hacer un recorrido por las calles de la ciudad, pero también es el punto de encuentro de las familias, y de payasos y músicos que con sus rutinas o interpretaciones alegran a la concurrencia y se llevan unos pesos a casa.

“Nos gusta lo que hacemos, se cocina con gusto, con dedicación, a mi hermano le gusta dar calidad al público, que sientan que cada peso que pagaron y la espera valió la pena, por eso es muy bonito ver como los turistas que comieron con nosotros regresan así haya pasado uno, dos o 5 años y que hasta nos recomiendan a sus amigos que van a viajar a Mérida, eso es lo que nos motiva a no bajar la calidad de lo que vendemos”, puntualizó.

Texto y fotos: Manuel Pool Moguel

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