Durante la primera quincena de marzo, la tasa anual de inflación subió 5.29 por ciento, principalmente por el encarecimiento de energéticos, vivienda y productos agropecuarios. No obstante, Mérida se ubicó en el octavo lugar nacional de ciudades con menor variación de precios.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en los primeros quince días de marzo el aumento promedio de los precios de bienes y servicios en la capital yucateca fue de .15 por ciento, lo que le permitió estar en el top ten de las ciudades con menor inflación del país: Matamoros (-1.38%), Ciudad Juárez (-.16%), Mexicali (-.01%), Ciudad Acuña (0%), Ciudad Jiménez (.03%), Aguascalientes (.09%), Tapachula (.09%), Mérida (.15%), Hermosillo (.15%) y Monterrey (.21%), son las menos afectadas.
El encarecimiento de bienes y servicios ha tenido una tendencia al alza desde que inició el año 2017, presionada en gran medida por la liberalización de los precios de los combustibles, como gas doméstico y gasolinas, así como el aumento en las tarifas eléctricas.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) reportó que en la primera quincena de marzo los productos con mayor incremento de precios fueron el tomate verde, limón, jitomate, transporte aéreo, servicios turísticos en paquetes, productos para el cabello, electricidad, leche pasteurizada, loncherías, fondos, torterías y taquerías, entre otros.
En ese sentido, uno de los sectores productivos más golpeados ha sido el restaurantero. Ricardo Campos Achach, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en Yucatán, señaló que el aumento de los precios de los energéticos ha tenido un impacto negativo en las utilidades de los empresarios.
– José Villegas
