Esclavas sexuales durante la II Guerra Mundial exigen un perdón de Japón

Familiares de las “Mujeres de confort” filipinas, esclavas sexuales de las tropas japonesas que dominaron Filipinas entre 1942 y 1945, exigieron ayer de nuevo un perdón por parte de Japón 74 años después del fin de la II Guerra Mundial.

A la protesta también acudió Estelita Dy, de 89 años, una de las seis “lolas” -abuela en tagalo, como se les apodó cariñosamente a esas mujeres- que quedan vivas del millar de filipinas que se estima que fueron encerradas en las “estaciones de confort” en el país.

Por su parte, en Corea del Sur el Gobierno organizó ayer una serie de actos en homenaje a las “mujeres de confort” forzadas a trabajar en burdeles por el Ejército Imperial nipón, en medio de la escalada de tensiones diplomáticas y comerciales con Tokio.

Se trata de la segunda vez que Seúl conmemora el Día Internacional de las Mujeres de Confort, una celebración aprobada por el Ejecutivo surcoreano en 2018 y que alude al término eufemístico empleado para las mujeres víctimas de dichos abusos antes y durante la II Guerra Mundial.

El acto central tuvo lugar en la biblioteca y museo Kim Koo de la capital surcoreana y contó con la participación de unos 300 asistentes, entre ellos representantes del Gobierno y antiguas “esclavas sexuales” -como las denomina Seúl- que intervinieron en el mismo. Se cree que hasta 200,000 mujeres asiáticas, en su mayoría coreanas y muchas menores de edad, fueron forzadas a trabajar en burdeles del Ejército Imperial antes y durante la II Guerra Mundial.

De ahí procede el término “esclavas sexuales”, que Tokio ha rechazado con firmeza creciente desde que el actual Gobierno liberal surcoreano decidió invalidar un acuerdo bilateral firmado en 2015 con el anterior Ejecutivo.

Japón daba por zanjado el asunto con dicho pacto, que incluía más de 8 millones de dólares en compensaciones a las víctimas, pero Seúl consideraba que el acuerdo no había tenido en consideración las opiniones de las afectadas.

Este desencuentro empeoró posteriormente con una serie de decisiones judiciales que ordenaban a empresas niponas a compensar a trabajadores surcoreanos esclavizados durante la II Guerra Mundial, y a las que respondió Tokio con restricciones comerciales que también han tenido réplica por parte de Seúl.

Los actos de ayer en Corea del Sur tienen lugar la víspera de que el país celebre el Día de la Liberación, que marca el final de la era colonial nipona (1910-1915) y para el que se han convocado manifestaciones multitudinarias en contra del país vecino por esta serie de disputas.

Japón, por su parte, celebra este jueves el 75 aniversario de su rendición al final de la II Guerra Mundial, y como cada año homenajeará a los caídos en combate en un memorial organizado en Tokio y en el que están previstas las intervenciones del primer ministro Shinzo Abe y del emperador Naruhito.

Texto y foto: EFE

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