¿Funcionan los afrodisiacos?

Tradicionalmente se ha considerado que ciertos alimentos como las ostras o la canela, ayudan a aumentar la libido.

Chocolate, camarones, miel, ostras, canela, higos, vino tinto… La lista de alimentos considerados afrodisiacos es larga pero, ¿pueden influir realmente en el deseo o el rendimiento sexual?

Hasta el momento no existe ningún alimento que, por sí mismo, produzca un incremento en el deseo sexual ni de los hombres ni de las mujeres, o al menos no está demostrado mediante evidencias científicas.

En lo relativo a los afrodisíacos también influye el efecto placebo. Especialistas en salud señalan que la sugestión es tan poderosa como el hipotético efecto deseado.

Son multitud los estudios que demuestran que el efecto placebo por sí mismo supera con creces al potencial efecto de muchas sustancias.

¿Qué disminuye el deseo sexual?

-Uso de fármacos, consumo de drogas o alcohol

-Estrés

-Enfermedades como depresión y ansiedad

-Asimismo, los asuntos relacionados con la pareja pueden tener un gran efecto en la libido.

-Los desacuerdos conyugales producen distanciamiento afectivo y ello redunda en su adormecimiento.

Es cierto que muchos de los afrodisiacos que históricamente han sido asociados con la virilidad no sólo no causan ningún efectivo positivo en nuestras relaciones sexuales, sino que además pueden ser tóxicos.

No obstante, diversas investigaciones han intentado explicar de dónde proviene la buena reputación sexual de determinados alimentos o productos y desmentirla (o confirmarla). La más importante de todas ellas fue realizada en la Universidad de Guelph en Canadá, donde se revisaron docenas de estudios sobre productos vegetales y animales con supuestas propiedades afrodisiacas, y se llegó a la conclusión de que aunque no hay nada que se pueda considerar en sentido estricto un afrodisiaco natural, sí hay algunos productos que influyen en el deseo sexual.

Aunque ningún estudio ha demostrado que el cacao aumente el deseo sexual, sí es un alimento que aumenta la liberación de endorfinas, lo que mejora nuestro estado de ánimo. Algo que, en última instancia, puede repercutir en nuestra predisposición a tener relaciones sexuales.

Además, el chocolate tiene grandes cantidades de FEA (feniletilamina), una hormona que se produce en grandes cantidades cuando estamos enamorados.

Quizá un buen atajo para recuperar nuestra energía sexual.– Notimex

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