La guerra de tantas víctimas es entre narcos

Hay algo que no deja de asombrarme: cómo tanta gente, pero sobre todo periodistas, piensan, opinan y escriben lo contrario de las noticias de todos los días.

“Compran sin ver” versiones de hechos que son muy, pero muy diferentes.

Éste es el caso de la lucha contra el narco, iniciada por Felipe Calderón en 2010. No hay estadísticas ciertas sobre el número de víctimas por homicidios dolosos y desaparecidos en estos diez años, las oficiales se contradicen, al tener diferentes orígenes. Pero de que se trata de decenas de miles de muertos y muchos desaparecidos, no hay duda alguna. Que los gobiernos de los tres niveles, sumados, no han podido detener estas masacres, es también verdad.

¿Qué es lo que está mal? Que los muertos y desaparecidos, en su gran mayoría, NO son víctimas de la guerra contra el narco, sino que lo son de las guerras de las bandas de sicarios a su servicio entre ellos y contra la población.

Los reportes de víctimas de enfrentamientos de cuerpos de seguridad pública, militares y marinos con los sicarios, suman unos cuantos miles, el resto de los muertos es responsabilidad de los delincuentes. Que el gobierno ha ocultado algunas muertes en sus actividades policiacas contra la delincuencia organizada, tiene algo de verdad pero no explica el gran número de fallecidos, y menos aún de desaparecidos.

Quien haya leído noticias o escuchado los noticieros de radio y televisión a través de estos años (desde tiempos de Fox), podrá recordar cómo los enfrentamientos entre bandas delictivas mataban tanta gente: sus enemigos o terceros inocentes o policías francos o en servicio, atacando sus cuarteles o personas.

Los muertos, en esa inmensa mayoría de las decenas de miles conocidos, los ha matado la delincuencia, no los gobiernos mexicanos.

Cuando Calderón declaró la guerra al narco en Michoacán y luego en el resto del país, las matanzas por la delincuencia ya eran un hecho cotidiano; y a pesar de las acciones policíacas de militares y luego marinos, estos asesinatos por los sicarios se seguían y se siguen produciendo.

Si Felipe Calderón no hubiera puesto a las Fuerzas Armadas federales a combatir a las bandas de sicarios, éstas hubieran asesinado, desaparecido, secuestrado o extorsionado a muchos miles más de personas. El combate al narco NO desató ninguna guerra de narcos, éstas se daban y se dan por el control de cárteles, bandas, mercados y territorios.

La verdad es, para quien quiera recordar o repasar las noticias o informes de muertes y desparecidos de estos diez años, que NO fueron consecuencia de la guerra contra el narcotráfico, sino de parte de la delincuencia organizada con sus sicarios y a pesar de la acción federal ante la incapacidad policial local.

Debo insistir, la guerra de tantas víctimas ha sido la de narcos entre ellos y contra quien no se les sometiera. Quien diga lo contrario, que intente demostrarlo, no podrá. Las cifras de muertos y desaparecidos, con todas sus diferencias según fuentes, siempre, siempre apuntan abrumadoramente a los enfrentamientos o ataques del sicariato del narcotráfico, no de fuerzas del gobierno. yoinfluyo.com

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