La Principal

La semana pasada tuvimos un escándalo provocado por un chistoso que creyó que andaba contándole a todo el mundo que iba a llevar armas a la Facultad de Matemáticas y le iba a disparar a quien se le pusiera en frente.

Esto generó todo un caos entre los directivos de la Uady y en general en todo el estado, ya que se estuvo hablando de esta “bromita” durante varios días y el joven exhibido en las redes sociales, al parecer, no se ha vuelto a parar en el centro educativo.

Pues bueno, parece que esto provocó que otros se animaran a pasarse de vivos en pleno mes de octubre, ya que el pasado domingo hubo otra amenaza de tiroteo, esta vez en una escuela privada, en donde aparecían dos personas con armas, presuntamente uno de ellos era un exestudiante que quería vengarse de los maestros. Serán penas o son manzanas, pero hay que hablar claro: esto no es gracioso, no lo fue la semana pasada y no lo será nunca, menos cuando hay un ambiente enrarecido en todo el país.

En nuestra edición de hoy tenemos a un especialista que lanzó un lapidario diagnóstico: estamos ante un serio problema de salud mental, reflejo de los problemas que existen en Yucatán y en general en el mundo.

Y estamos completamente de acuerdo. Quien amenaza con realizar un tiroteo y lastimar a las personas que lo rodean (cometa o no este acto), necesita ayuda psicológica con urgencia, ya que hay cosas con las que no se pueden jugar, y una de ellas es la vida y la muerte de las personas. No se vale jugar con la tranquilidad de nadie.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.