Más mujeres y equidad: Pacheco

Alejandra Pacheco Montero es dirigente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) en Yucatán.

Casada con Alejandro Cortés Manica, con quien procreó al pequeño Emilio Alejandro Cortés Pacheco, Pacheco Montero recuerda con orgullo la formación que recibió de sus papás, y que hoy le han llevado a estar al frente de una de las cámaras empresariales más importantes del estado.

¿Cómo fueron sus inicios en el mundo empresarial?

La verdad es que desde muy chiquita tengo muchos recuerdos, porque siempre acompañábamos a nuestros papás en el negocio. Era muy constante, desde el hecho de que mi mamá nos ponía a contar frijoles, que más tarde descubrí que lo hacía para mantenernos ocupados.

Más grandes, nos poníamos a lavar los platos y a trapear los pisos. Aprendimos a olvidar vacaciones y juegos y a aprendimos la importancia del trabajo. Hubo un momento cuando ya fui mayor, decidí salirme un tiempo del negocio familiar, que es un restaurante, y empecé a trabajar desde demostradora de mayonesa en los supermercados, trabajé de edecán en grupos de animación, ahora sí que para ganarme el día a día. Ya mayor de edad, me pagaba todos mis estudios. Yo soy egresada dela Universidad Autónoma de Yucatán (Uady). También hice collares y aretes de cristales y chaquiras para vender, y eso lo recuerdan muy bien mis compañeros.

¿Cuáles son los principales retos que ha enfrentado a lo largo de su carrera hasta ahora?

Cuando me gradué de la universidad, empecé a impartir clases en educación artística en una universidad, y fue ahí cuando la empresa familiar atravesó un tiempo muy duro, y decido abandonar temporalmente mis aspiraciones personales, para apoyar a mi familia y en el camino veo la opción de emprender un negocio de Katrin, que no era tan conocido cuando iniciamos.

Fueron momentos difíciles porque era avanzar contra corriente. Yo no tenía un sueldo. Todo era para cubrir las deudas que en ese momento se tenían. Fueron varios años complicados porque nos enfocamos en subsanar esta situación. Sin embargo, considero que fue un tiempo de aprendizaje para todos, de trabajo, esfuerzo y unión familiar.

Hubo un tiempo en el que también incursioné en la política con un grupo de jóvenes, y ahí encontré la necesidad de hacer algo, y abogar por una causa. Ya no participo en ese grupo, pero también fue un gran momento de aprendizaje, pero en primera línea aprendí con la escuela que es la familia.

Con el paso del tiempo, también entendí otras formas de hacer las cosas. Y así, en esa situación adversa llego a Coparmex buscando capacitación y formas de avanzar. Ahí es donde me di cuenta que se pueden tocar muchas puertas, y muchas no se abrirán, pero otras sí, con las cuales se puede salir adelante. Ahí aprendí de muchas personas, como los jóvenes. Tuve la oportunidad de dialogar con muchos de los grandes empresarios, de quienes aprendí muchísimo y me inspiraron muchísimo. Pero sobre todo aprendí este mensaje de querer hacer algo más, no solo para ganar dinero, sino para fortalecer sectores, y nuestro estado y nuestro país, a través de diversas gestiones, políticas públicas, entre otras.

Otro gran reto ha sido mi misma condición de mujer, la verdad es que sí tenemos una brecha histórica que no nos lleva a avanzar tan rápido como pasa con los hombres. Hoy por hoy, como presidente de jóvenes, y ahora como dirigente de Canirac, he visto que somos muy pocas mujeres en mi camino. He querido animar a más mujeres, pero a veces competimos de manera desigual cuando tenemos una familia a la cual tenemos que responder. Y todavía nos falta por avanzar en igualdad masculina, con las mismas responsabilidades, porque nosotras las mujeres cargamos más con la responsabilidad de la familia, pero creo que es algo en lo cual mi esposo y yo nos apoyamos bastante, y avanzamos en nuestros anhelos personales. Otro gran reto es que yo estaba en otra profesión distinta a lo que hago ahora, y tuve que empezar de cero. Todos los días siempre hay algo distinto, y siendo de las más jóvenes en el sector, es importante aprender de ellos y superar los retos.

¿Cuáles son sus aspiraciones y nuevas metas?

He descubierto cosas de mí con las que ahora me siento más fuerte. Estoy emprendiendo dos negocios más, una vez más con la familia, y seguramente algo más buscaré para emprender y aportar en la comunidad en la que vivimos.

¿Cómo le gustaría que le recordaran a su paso por Canirac?

Considero que nosotros como presidentes somos olvidados con el paso del tiempo, lo único que permanece es la institución y me he preocupado por fortalecerla. Sin embargo, si me preguntan, me gustaría que me recordaran como la primera mujer presidenta de Canirac, y que abrimos el camino a más mujeres, porque tengo sentimientos encontrados, porque deseo no ser la primera mujer, sino que haya más.

Texto y foto: Iván Duarte

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