Mi propósito para Año Nuevo: ser mejor persona

El término de este año 2016 nos lleva a revisar nuestra vida y plantearnos metas y propósitos para el Año Nuevo. Muchos se esfuerzan por realmente cumplir y vivir según los propósitos trazados. Otros tantos, los más, suelen quedarse en el camino. Sus buenos propósitos se quedaron tan sólo en buenas intenciones.

Es preciso al definir nuestros propósitos para el año que comienza, ponerle seriedad, y hacer de ellos un verdadero compromiso. Hay quienes optan por plantearse propósitos materiales: nuevo auto, el viaje jamás realizado, una casa más grande, un mayor sueldo.

Esto está bien si es que estos objetivos no se definen como una mera meta, lo cual sería simplemente materialista, sino más bien como medios para algo más importante, como dar un mayor bienestar a la familia.

Unos más prefieren definir propósitos que les ayuden a ser mejores personas. Se trata de hacer ciertas cosas y dejar de hacer otras.

También de asumir ciertas actitudes y dejar de lado otras tantas.

Acercarnos más a Dios

Es innegable que de esto se desprende todo lo demás.

Incluso el éxito al lograr cumplir con el resto de nuestros objetivos depende en gran medida de la cercanía a Dios.
Pues sin Cristo, nada podemos hacer.

Confiar más en Dios

Deja de cuestionar cada oportunidad, quedarte inmóvil y dejar de actuar.

Dios te ayuda, pero necesita de tu parte. Dios te inspira, pero necesita de tu inteligencia. Dios te cuida, pero necesita tu confianza. Este año confía más en Dios, acepta lo que te envía y actúa en consecuencia.

Dejar de murmurar y de ver la paja en ojo ajeno

¿Qué tal como propósito de este año dejar de murmurar y mejor mirar a nuestro interior cada vez que algo nos parece
mal? Porque es un hecho irrefutable que casi siempre que nos disgusta algo que vemos que otro hace, ¡es porque en el fondo nos disgusta que nosotros hacemos lo mismo! Por eso advertía Jesús que es fácil ver paja en el ojo ajeno y no la viga que se lleva en el propio.

Hagamos el propósito de que al sentir la tentación de murmurar, cerrar la boca, ver a nuestro interior y en justicia decidir qué actitud debemos nosotros mismos cambiar, qué debemos dejar de hacer o que debemos comenzar a hacer.

Ser portadores de ayuda y generadores de cambio

Es fácil criticar lo que no nos gusta. Pero eso rara vez sirve de algo. A lo largo de este año, hagámonos el firme propósito de que cada vez que algo nos parezca malo, pensemos cómo ayudar para corregirlo o cambiarlo y actuemos en consecuencia. Si nada podemos hacer, mejor no estorbemos. Igualmente, seamos solícitos para ayudar a todo aquél que lo necesita.

Ser más laboriosos

Este año propongámonos hacer nuestro trabajo con pasión y calidad, recordando siempre cuando Dios puso en manos de Adán el Paraíso que había creado.

Dar más tiempo a nuestra familia

Bien que lo sabemos. Pero bien que fingimos excusas para no cumplirlo. Este año fijemos bien nuestras prioridades:
Dios, familia y trabajo. En ese orden. El resto, Dios nos lo dará por añadidura.

Disfrutar más la vida que Dios nos da

Ya basta de quejarnos de todo. Es suficiente de encontrarle peros a todo. Es hora de dejar de encontrarle a todo su
lado malo. Acepta por el contrario con gozo todo lo que Dios te da, agradécelo y alaba al Señor por su bondad. Que éste sea uno de nuestros propósitos más firmes para este año. Pues así viviremos en paz, llenos de gozo y siendo infinitamente agradecidos a nuestro Dios.

Les deseo un feliz año nuevo 2017; a pesar de la crisis económica que se aproxima, no tengamos miedo y procuremos salir adelante en todo lo que nos propongamos, te aseguro que si cumplimos estos propósitos seremos mejores personas, que Dios nos bendiga y nos lleve por el buen camino, felicidades y abrazos.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.