Miles de personas marchan contra Putin

Muerto, Boris Nemtsov, logró reunir a casi todo aquel que se opone de alguna manera a Vladímir Putin y su Gobierno. Miles de personas se manifestaron ayer en Moscú y otra veintena de ciudades de Rusia en memoria del prominente opositor asesinado hace cuatro años. Y en la marcha por el centro de la capital, plagada de banderas de Rusia, han participado la mayoría de las fuerzas contrarias al Ejecutivo. Desde el partido centrista Yábloko hasta el abogado y líder anticorrupción Alexéi Navalni; movimientos sociales como Rusia Abierta, fundada por el exmagnate petrolero y opositor Mijaíl Jodorkovski, o fuerzas imperialistas y ultranacionalistas. “Fuera Putin”, “Fuera el zar [por el presidente ruso]”, “Rusia será libre”, gritaban los manifestantes, que caminaban sobre la nieve y el hielo.

Con una bandera de Rusia con cuatro agujeros, los mismos disparos que, por la espalda, acabaron con la vida del opositor cuando volvía a casa de una cena, Liudmila exige justicia. Es abuela y ha acudido con su familia a la manifestación, en el que cada año se ven menos retratos de Nemtsov y van surgiendo más pancartas de las fuerzas de la oposición. La marcha en memoria de quien fue una de las voces más feroces contra el Kremlin es de las pocas manifestaciones autorizadas por las autoridades. Y como en la protesta, los contrarios al Ejecutivo, divididos y fragmentados, buscan su hueco para hacer frente a Putin que, pese a que ha perdido popularidad por sus reformas impopulares y la recesión económica, según las últimas encuestas, no tiene una verdadera oposición que le haga frente. Hace un año, el presidente ruso revalidó su mandato con un abrumador 76%.

Ayer domingo, la protesta de Moscú reunió a unas 10,800 personas, según Contador Blanco, una organización que se dedica a contabilizar participantes en estos eventos; unas 6,000, según la policía. Algo más que en 2018, pero muy por detrás de los 70,000, según los organizadores y 21,000 según la policía, que salieron a la calle en la capital rusa para reclamar justicia unos pocos días después del crimen.

Nemtsov tenía 55 años cuando fue asesinado. Caminaba con su novia por el puente Bolshoi Moskvoretsky, a solo unos pasos de la Plaza Roja y el Kremlin cuando fue tiroteado por la espalda. Fue vicejefe de Gobierno de Rusia y se había convertido en un prominente opositor. Denunciaba casos de corrupción del Gobierno y, en el momento de su muerte, trabajaba en un informe que hablaba de la relación del Ejecutivo de Putin con la guerra de Ucrania. Hace año y medio, un exoficial de los servicios de seguridad chechenos y cuatro cómplices fueron condenados por ejecutar el crimen. Pero la persona o personas que ordenaron y planificaron el asesinato permanecen impunes.

La familia de Nemtsov apunta a que la orden llegó de muy arriba. Y la investigación señaló a círculos cercanos al excéntrico líder de la República de Chechena, Ramzán Kadírov, leal aliado del presidente Putin. La muerte del carismático opositor sacudió los cimientos de la política rusa. “Es importante que este asesinato no caiga en el olvido. Es muy frecuente en Rusia que los casos que resuenan como este se silencien”, ha criticado Zhanna Nemtsova, una de las hijas del opositor, a la cadena Voz de América. La familia ha criticado el proceso judicial y pide que se haga verdadera justicia.

Texto y foto: Agencia

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