Debido a la contingencia sanitaria del COVID-19 en la entidad, nos hemos visto en la necesidad de reducir el número de unidades; sin embargo, no vamos a dejar de prestar este servicio a aquellas personas que tienen que salir todos los días a trabajar para llevar el sustento a sus hogares, manifestó Rafael Canto Rosado, propietario de la concesionaria Minis 2000.
Destacó que el transporte público está dirigido a personas de escasos recursos que requieren de este medio para poder trasladarse de un lugar a otro, y a pesar de que el flujo de pasajeros ha reducido en más de un 30% debido a esta pandemia, no van a dejar de ofrecer este servicio, aunque viaje una persona por camión.
Dijo que como parte de las medidas de prevención que están aplicando, los despachadores otorgan gel antibacterial a los pasajeros antes de subir, además de que cuentan con carteles en donde se les exhorta a no platicar durante el trayecto, y en caso de presentar algún síntoma de resfriado llevar cubrebocas y acudir al médico.
También explicó que la tarea de desinfectar los autobuses siempre la han realizado; sin embargo, han reforzado estas acciones para prevenir un posible contagio.
“Estamos haciendo un esfuerzo extraordinario para seguir ofreciendo este servicio y apoyar al usuario, a pesar de que el sector está teniendo pérdidas económicas a raíz de esta enfermedad”, resaltó.
Canto Rosado consideró que las autoridades deberían crear estrategias para evitar que las personas de escasos recursos tengan que salir de sus casas a trabajar, pues deberían otorgarles algún apoyo para poder sobrevivir durante esta contingencia.
Indicó que actualmente el 75% de su flotilla está operando, pero han tenido que reducir los horarios de los choferes, quienes también han salido afectados por la baja afluencia de usuarios.
Por último, el líder de la empresa Minis 2000 confía en que las dos próximas semanas se supere esta epidemia, y puedan retomar actividades.
Texto: Georgina Bacelis
Foto: Cortesía
